El sueño de un velódromo cubierto en Buja, nacido del oro de Milan

La medalla de oro conseguida por la cuarteta italiana en Tokio dio rienda suelta para que el alcalde de la localidad natal de uno de los protagonistas, Jonathan Milan, lanzase a los cuatro vientos la idea de construir un velódromo en dicha población. Estamos hablando de Buja, una localidad de poco más de 6.500 habitantes situada en la provincia de Udine, en el Noreste del país, muy cerca de la frontera eslovena.

Podía sonar a ‘bravata’, pero Stefano Bergagna lo repitió con asiduidad en las semanas siguientes y hace muy pocos días se mantuvo una reunión en el consistorio de esta localidad, con la asistencia del propio pistard transalpino y el arquitecto Stefano Pedicini, experto en el sector, que presentó un primer estudio de viabilidad para un velódromo cubierto.

Obviamente no es una tarea fácil. Aparte del coste del mismo, que se cifra de 7 a 10 millones, y que no asusta a los promotores locales, que parecen tener luz verde de la administración regional, el mayor problema podría ser la existencia del velódromo de Spresiano, a apenas 100 kilómetros de distancia, aunque se encuentre paralizado por los incumplimientos del constructor.

“Seguiré paso a paso esta aventura que sería un gran resultado para la comunidad de Buja, un gran reconocimiento para el ciclismo friulano y una ayuda increíble para el ciclismo italiano y para los jóvenes ciclistas”, comentaba el propio Milan.

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