¿Quién puede ser actor y quién no del cambio en la pista española?

A día de hoy no tenemos noticia de que la consideración del ciclismo en pista vaya a cambiar en este ciclo olímpico que, dicho sea de paso, está más cerca de acabar que de empezar… por lo que quizás habría que comenzar a pensar más en Los Ángeles que en París. La fluidez comunicativa existente con otras actuaciones promovidas desde la Federación -Quedadas, Women in Bike, Bike Territory…-, dista mucho de tener parangón cuando hablamos de ciclismo en pista, por lo que a nadie sorprende ya el mutismo oficial, paliado por la rumorología o por el intercambio de ‘dimes y diretes’ a través de aplicaciones de mensajería entre los muchos afectados que aún siguen preocupándose por la pista.

La pista, un espectro. Foto: Román Mendoza

La inminencia de una próxima actividad del Plan de Tecnificación, de obligado cumplimiento por aquello de las consecuencias administrativas, aunque sus beneficios deportivos planteen serias dudas; la casi segura celebración de los Campeonatos de España de ómnium y madison en Palma de Mallorca, a mediados de febrero, gracias nuevamente a una iniciativa privada como el Trofeo Toni Cerdá, y la complicada búsqueda de una sede para los Nacionales de todas las categorías en Semana Santa, y que parece improbable que sean en Tafalla debido a los antecedentes del pasado año, es lo poco que se conoce –oficiosamente- de esta temporada, que no obstante parece mucho para indicar que poco o nada va a cambiar: La unánimemente demandada Copa de España compuesta por pruebas internacionales está totalmente paralizada mientras que la Liga de Pista terminará saliendo, aunque es una competición que en su formato actual sirve para bien poco; quizá solo para justificar conciencias.

¿Y quiénes son esas personas a las que aludíamos en el primer párrafo, pero también en el anterior artículo, preocupados por la situación, pero también por buscar soluciones? No hace falta poner nombres ni los puestos que ocupan porque todos los conocemos. Sabemos de su trabajo como técnicos, como entrenadores, como organizadores, como asesores…. En muchas de las Federaciones, pero también en clubes, aunque alguno ya haya optado por apartarse de todo, desilusionado, harto del cariz que toman los acontecimientos, de la aparente falta de esperanza.

Una Comisión de pista, real y eficaz

Una reunión de directores en un Nacional cualquiera
Foto: Román Mendoza

El actual seleccionador sí ha comprendido que estas personas son fundamentales en la pista española, aunque solamente pueda contar con ellos en actividades puntuales, ya que la Federación solo contempla tener a un técnico en nómina, cuando serían necesarios al menos un par de ellos más, como se ha demostrado este año. Pero lo verdaderamente incomprensible es que su trabajo no se recoja en una Comisión de Pista, real y eficaz, no lo que existe ahora que se resume básicamente en los desvelos organizativos de una sola persona, que canalice y articule lo que la pista necesita.

También es necesario recoger las inquietudes de los corredores. Aunque normalmente son poco proclives a manifestar públicamente sus opiniones o sus inquietudes –cuánta falta nos haría un Christos Volikakis a la española-, lo cierto es que, como actores principales, hay bastante preocupación por el escaso futuro de esta disciplina. Y aunque en muchas ocasiones lógicamente lo primero que quieran resolver sean su propia casuística, también es cierto que no se debe desdeñar su experiencia, por lo menos la de aquellos que busquen el compromiso.

Sin embargo, quienes deberían estar más alarmadas son las propias Federaciones Territoriales. Tras unos años de feliz armonía con la Española –y muy necesaria, dicho sea de paso, para evitar los lamentables e interesados enfrentamientos del pasado-, se echa en falta una actitud más crítica: no es justo que el trabajo que realizan estas entidades fomentando la disciplina se termine abruptamente por la falta de actividad de la Española. Que los calendarios autonómicos no se completen con uno Nacional, o lo que es peor, que entren en conflicto por falta de planificación, o que los corredores que forman en cadetes y juniors abandonen desilusionados y sin esperanzas esta disciplina por falta de un plan de trabajo en categorías superiores, es algo que merecería una profunda reflexión.

Preocupación en las más altas instancias

Parte del equipo técnico italiano.
Las comparaciones son odiosas. Foto: FCI

Me consta que esta preocupación existe en las más altas instancias deportivas del país, tras analizar el pobre desempeño olímpico… y las escasas perspectivas de cara a París, principalmente en pista, pero también en otras modalidades ciclistas, salvo que aparezca la individualidad salvadora. Y que, si en 2012 la prioridad era la situación económica, ahora debe ser crear un proyecto deportivo, consistente e ilusionante. En el caso de la pista es cierto que puede ser la disciplina que más alto costo tiene –aunque sea una inversión, algo que nadie discute-, pero para eso existe el mecanismo democrático e igualitario de la redistribución.

¿Y quién debe conducir este cambio? Independientemente de que la colaboración de las personas antes indicadas sea fundamental, siempre he pensado que con los actuales esquemas cualquier técnico está condenado al fracaso, pero también que cualquier seleccionador puede hacerlo bien si cuenta con medios: unos mejor, otros peor, pero eso ya se valorará. Eso sí, por encima de ellos, es obvio que es necesario un relevo, para que lo deportivo vuelva a tener la máxima prioridad, por encima de los ahora proyectos estrella federativos, que no repercuten en la parcela deportiva. Como dijo Einstein, “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, a lo que me atrevería a añadir “y con los mismos”.

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