Pistards de Estado: el exitoso sistema de ayudas a ciclistas italianos

Martina Fidanza, compitiendo con el maillot de fiamme oro, 
de la Policía italiana. Foto: Polizia dello Stato

Atletas de Estado frente a atletas becados: dos modelos deportivos diferentes’ es el título del reportaje publicado el pasado jueves por Eleonora Giovio en El País, en el que se analiza el programa de becas de los deportistas españoles de cara a los Juegos Olímpics, primero con el plan ADO y ahora con el recién nacido Team España Élite. Unos planes que muchos deportistas consideran insuficiente, y se preguntan por qué no existe un modelo similar al italiano.

¿En qué consiste este sistema italiano, cuyos orígenes en algunos casos se pueden remontar hasta el siglo XIX? Básicamente en la integración de los deportistas no profesionales en los llamados ‘Corpi militari’, donde reciben un salario por su trabajo, pero también todo tipo de facilidades para entrenar y competir, buscando los mejores resultados posibles. Un sistema que obviamente tiene sus ventajas -por ejemplo, Giovio dice que el 70% de los olímpicos italianos en Tokio pertenecían a estos cuerpos militares-, aunque también sus detractores porque recuerda al sistema de deportistas de Estado del antiguo bloque del Telón de Acero.  

Atletas del 4x100 italiano, pertenecientes al Cuerpo de Finanzas
o Fiamme Gialle. Foto: Wikipedia

Captación temprana; sin presión por resultados

Sin embargo, la gran ventaja es la captación temprana y personalizada de aquellos deportistas más prometedores, eso sí que hayan obtenido resultados competitivos a nivel nacional y que tengan entre 17 y 35 años. De esta forma, no son los resultados los que marcan las ayudas, por lo que los deportistas no se ven forzados a lograr puestos o incluso tenerlos y que no les sirvan para nada: en los años olímpicos no se tienen en cuenta, por ejemplo, las medallas mundialistas.

El término ‘corpi militari’ engloba a los efectos de estas ayudas no sólo a Ejército, Armada, Fuerzas Aéreas, Carabineros, Policía de Finanzas y CISM, sino también a Policía Estatal, Policía Penitenciaria y Bomberos, cada uno, por tradición, con especial dedicación a unos deportes determinados. Hasta 2017 existió el Cuerpo Forestal del Estado, que se integró en los carabineros. Todos ellos tienen sus ‘corpi sportivi’ afiliados al Comité Olímpico Italiano (CONI).

Los deportistas que pertenecen a estos cuerpos reciben una formación básica y se integran por un periodo inicial de cuatro años, con un grado y un salario similar al de los compañeros que sirven en estos cuerpos. Cada dos años son evaluados, aunque si no consiguen permanecer en el apartado deportivo, pueden obtener otro puesto en el mismo cuerpo. Y este extremo también origina algunas críticas, aunque pienso que es muy positivo de cara a una salida profesional de los ex deportistas, otro problema que se vive en España.

Elisa Balsamo renunció recientemente al GS Fiamme Oro.
Foto: Polizia dello Stato

Ni que decir tiene que este programa es ideal para deportes como el ciclismo. No en el apartado de carretera masculino, marcado por el profesionalismo, sino en otras disciplinas, entre las que obviamente está la pista. También son muchos los casos de corredoras que pertenecen a este sistema, aunque la progresiva profesionalización nos ha permitido ver cómo la campeona del mundo Elisa Balsamo renunciaba a su puesto como ‘fiamma oro’ de cara a competir exclusivamente con el Trek-Segafredo, aunque también hay ciclistas que pueden compatibilizar su adscripción a un equipo UCI y a su entidad militar.

Fiamme oro, azzurre, gialle, rose...

¿Y que es eso de ‘fiamme’ -plural de fiamma, es decir, llamas- oro, azzurre, gialle o rose que vemos tan a menudo en las convocatorias de los pistards italianos? Pues ni más ni menos los nombres de los equipos de los distintos ‘corpi’, los grupos deportivos de pertenencia de estos ciclistas.

Bossaro y Moro ingresaron recientemente
en la Policía Penitenciaria. Foto: Fiamme Azzurre

De esta forma, el ‘GS Fiamme oro’ es el grupo de la Policía Estatal, uno de los más antiguos, creado en 1954, donde militan, entre otros, Rachele Barbieri, Maria Giulia Confalonieri, Martina Fidanza, Vittoria Guiazzini, Marta Cavalli o Davide Plebani, sin olvidarnos a Elisa Longo-Borghini. En el ‘GS Fiamme azzurre’, de la Policía Penitenciaria, encontramos a Francesco Lamon, Michele Scartezzini, Letizia Paternoster, Chiara Consonni, Stefano Moro o Davide Boscaro, pero también a Marta Bastianelli o Elena Cecchini.

También con bastante tradición en el ciclismo está el ‘GS Esercito’, nacido en 1960, con pistards como Miriam Vece, Giada Capobianchi y Matteo Bianchi, pero también con los bikers Gioele Bertolini o Eva Lechner. Por el contrario, no es habitual encontrar ciclistas en las 'Fiamme Gialle', de la Policía de Finanzas, o en las 'Fiamme Rose', de los Bomberos.

El reportaje de El País termina preguntándose si es aplicable este modelo a España. De momento, lo más parecido es el convenio firmado entre CSD y Ministerio de Defensa en mayo de 2021 que, entre otros objetivos, pretende “impulsar un nuevo desarrollo normativo que posibilite la incorporación a las FAS de los deportistas de alto nivel”, aunque como dice José Carlos García-Verdugo Sánchez, coronel del Ejército y secretario general del Consejo Superior de Deporte Militar, “el modelo final es una decisión política”.

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