Se retira Jordan Kerby, un “kiwi orgulloso, que di todo lo que tenía”

Segundo por la derecha de la foto con el oro en los Juegos
de la Commonwealth, su despedida. Foto: New Zealand Team

El triunfo en la persecución por equipos en los recientes Juegos de la Commonwealth ha sido el broche de oro en la carrera del neozelandés Jordan Kerby, después de la frustración que supuso perder las medallas en los pasados Juegos Olímpicos.

Y es que en Tokio les faltaron sólo 9 centésimas ante Italia para entrar en la final, y al día siguiente terminaban en el suelo en la lucha por el bronce ante Australia. Continuar un año más pensando en Birmingham, “ha sido muy difícil levantarme de la cama todos los días y aplastarme en la carretera y en la pista para prepararme”, pero desde “el día después del accidente en Tokio nos comprometimos. Para mí ha sido esta campaña y no puedo ir más lejos. Sabemos que tenemos mucha profundidad dentro del equipo y eso es evidente con lo bien que Tom Sexton ha dado un paso al frente para ocupar la primera posición en Londres”.

Y todo ello, con una situación personal difícil ya que el aplazamiento de los Juegos Olímpicos y la prohibición de viajar a Tasmania le obligaron a retrasar su boda varias veces, aunque a Londres llegó felizmente casado.

Es curiosa también la historia anterior de Kerby, australiano de nacimiento y que se proclamó campeón mundial de persecución individual en 2017 y medallista de oro en los Juegos de la Commonwealth en 2018 mientras se preparaba para su sueño de convertirse en atleta olímpico con Australia. Pero a pesar de su talla de perseguidor, dejó de contar para la cuarteta australiana, la única opción de estar en Tokio.

Acompañado de un jovencísimo Ganna y de su entonces compatriota
O'Brien, en el Mundial de Hong Kong 2017. Foto: UCI

Su condición de hijo de neozelandesa le permitió encontrar acomodo como ‘kiwi’, y tras el periodo de ‘carencia internacional’ que exige la UCI en los cambios de nacionalidad, comenzó a competir en 2019, en los Campeonatos de Oceanía. No solo fue una fuerza impulsora en el equipo, sino también se dejó ver por ser un entusiasta táctico en el entrenamiento y en la estrategia de carrera. El subcampeonato del mundo logrado por los neozelandeses en el Mundial de 2020 confirmó el acierto del ‘fichaje’.

Pese a haber estado entrenando permanentemente en Cambridge, Kerby nunca dejó su residencia de Brisbane y en Queesland comenzará a ejercer como entrenador con jóvenes ciclistas, aunque con el objetivo de entrenar a alguna selección de alto nivel, quizá en Nueva Zelanda. “No puedo decir lo suficiente sobre el apoyo que he recibido de Cycling New Zealand, del personal de alto rendimiento, de mis entrenadores y de los ciclistas. Estos muchachos son mis hermanos y han sido los mejores cuatro años de mi carrera. Pero sé que es hora. Probablemente solo los atletas en deportes de alto rendimiento saben lo que se necesita para ser competitivo en un deporte olímpico. Sabía que mi tiempo había terminado”.

Y en la web de Cycling New Zealand termina despidiéndose como le gustaría ser recordado: “Solo que di todo lo que tenía, y que soy un kiwi orgulloso”.

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