Australia termina con el reinado de Países Bajos en la velocidad masculina; las féminas de Alemania y Fidanza revalidan sus títulos

Con un triunfo esperado, el de Alemania en la velocidad por equipos femenina porque no en vano habían ganado los dos últimos Mundiales: con otro inesperado pero absolutamente justo a tenor de lo que demostraron, el de Australia en la masculina, rompiendo la racha de cuatro victorias neerlandesas en los últimos años, y con el de Marina Fidanza en el scratch, revalidando su título de 2021 pero de forma distinta se saldaba la primera jornada de los Mundiales de Saint-Quentin-en-Yvelines.

Tercera corona para las féminas alemanas. Foto: UCI Track

Pauline Grabosch, Emma Hinze y Lea-Sophie Friedrich no solo se llevaban un nuevo ‘arco iris’, sino que en el transcurso de la competición batían por dos veces el récord del mundo. Tras haber marcado el mejor registro en la clasificatoria (46.573) se convertían en la primera ronda en el primer trío femenino en rodar por debajo de 46 (45.983), plantándose en la final ante una China (Yufang Guo, Shanju Bao y Liying Yuan) que fue a más tras marcar el cuarto tiempo en la clasificatoria. De hecho, en la final llevó la delantera en la primera vuelta, se mantuvo en los mismos tiempos en la segunda, y solo terminaría cediendo en la tercera, con Alemania estableciendo su segunda plusmarca mundial (45.967).

Del lado contrario, una selección de Países Bajos (Kyra Lamberink, Shanne Braspennickx y Steffie Van der Peet) fue de más a menos: del segundo tiempo en la clasificatoria a ceder en la final B, aunque fuese por la mínima, ante una Gran Bretaña a la que le funcionó muy bien su nueva formación con Lauren Bell, Sophie Capewell y Emma Finucane: 46.596 a 46.604.

La versión masculina se presentaba a priori como un nuevo título ‘oranje’, pero pronto se vio que no: en la clasificatoria, Australia ya tomaba la delantera (41.896 a 41.993); en primera ronda, los neerlandeses superaban su tiempo, pero también los ‘aussie’: 41.747 a 41.630. Y en la final, ya viéndose las caras, Australia marcó diferencias desde el principio, sin poder reducir la desventaja al final: 41.600 a 41.63 para Roy Van den Berg, Harrie Lavreysen y Jeffrey Hoogland.

Australia rompe la hegemonía neerlandesa. Foto: UCI Track

¿La clave? Pues las potentes arrancadas australianas de Leigh Hoffmann: 17.056, 17.101 y 16.949, siendo el tercer hombre que baja de 17 en una primera vuelta, superando los tiempos de Rene Enders (16.984) y de Ethan Mitchell (19.995). A eso le unimos el buen momento de Matt Richardson en la segunda posta y la alternancia de Thomas Cornish y Matthew Glaetzer en el tercero para tener un equipo que promete mucho. Claro que el arrancador de Países Bajos, Van den Berg, también estuvo lejos de sus tiempos, entre 17.3 y 17.4.

Gran Bretaña (Alistair Fielding, Hamish Turnbull y Jack Carlin), sin hacer mucho ruido, se hacía con el bronce, tras derrotar a Alemania en la final B, 42.844 a 42.950, después de que Francia, pese al tercer tiempo inicial se quedase fuera de la lucha por las medallas y acabase sexta.

Fidanza, celebrando su segundo arco iris.
Foto: UCI Track
En esta prueba intervinieron Pepe Moreno, Alejandro Martínez y Ekain Jiménez, que estuvieron algo mejor que el año pasado (45.196 a 45.460), pero que por el aumento de participación les supuso una peor posición, la decimocuarta plaza.

Fidanza, soberbia

El tercer título de la tarde fue el que se puso en juego en un scratch en el que no hubo ningún movimiento hasta casi el final. De hecho, quedaban diez vueltas y no se había registrado ni el más mínimo intento de, aunque pocos giros después Eukene Larrarte quiso ‘mover’ un poco la carrera, sin darle el resultado previsto.

A falta de cuatro vueltas el pelotón no solo estaba agrupado, sino prácticamente parado, ocupando todo el ancho de la pista, quizá esperando a que Fidanza mostrara sus intenciones. Solamente a falta de dos, cuando atacó la neerlandesa Maike Van der Duijn y se sumó la británica Jessica Roberts, la transalpina sacó su potencial para adelantarlas, ponerse en cabeza cuando sonaba la campana y sacar una ventaja tal en ese último giro que entró destacada. Un triunfo muy diferente al de hace un año, cuando atacó desde más lejos, pero que compensaba la ‘pasividad’ de los primeros compases, por la exhibición de potencia de Fidanza. Van der Duijn, como en 2021, y Roberts completaban el podio, con Larrarte terminando al final en un anónimo puesto 21, tras haber jugado su baza sin éxito.

Alemania cede el testigo a Italia

La jornada se completó con la persecución por equipos, con clasificatorias para ambos sexos por la mañana y primera ronda, solo para hombres, por la tarde.

La prueba femenina sirvió para comprobar que Alemania, con las bajas de Lisa Brennauer, Lisa Klein o Laura Süßemilch no tiene el mismo potencial y con un quinto puesto (4:16.898) solamente podrá aspirar mañana a entrar en la final B.

La cuarteta española, en acción. Foto: Fed. Española

El nuevo liderato en el escalafón corresponde a una Italia que con 4:11.011 aventajó en al menos dos segundos a sus rivales. Elisa Balsamo, Chiara Consonni, Martina Fidanza y Vittoria Guazzini -con una posible entrada mañana de Martina Alzini pasan a ser las máximas favoritas, mientras que Gran Bretaña y Francia, muy igualadas (4:13.117 a 4:13.425) se jugarán entre ellas la otra plaza en la final.

En cuanto a España, con Tania Calvo, Izzy Escalera, Eukene Larrarte y Ziortza Isasi, terminaba duodécima con un 4:35.662, que es el mejor tiempo de siempre de una cuarteta femenina pero que sigue sin quererse homologar como récord… aunque se venda federativamente como tal. De no haber sido por una caída de Larrarte en el tercio final, España podría haber estado en 4:32, que sería un tiempazo, pero no nos engañemos: con otro sistema de preparación se podrían aspirar a metas mayores. Además, aún se está a 12 segundos de la selección que le precedía, de lo que no tienen ninguna culpa las corredoras, pero si nos muestra lo que aún hay que trabajar (aunque esperemos que de forma más efectiva que ahora).

Gran Bretaña, por sus fueros

Mejor tiempo para el equipo británico. Foto: British Cycling

En cuanto a la prueba masculina, la entrada de Dan Bigham junto a Ethan Hayter, a Ethan Vernon y Ollie Wood parece haberle dado nuevos aires a Gran Bretaña que no sólo marcaba el mejor tiempo por la mañana (3:48.092) sino que lo mejoraba por la tarde (3:47.203) para plantarse en la final.

En la otra ‘semifinal’ Italia (Filippo Ganna, Jonathan Milan, Francesco Lamon y Manlio Moro) se desembarazaba de una Francia a la que no le salió el experimento Quentin Lafargue-Corentin Ermenault, junto a Benjamin Thomas y Valentin Tabelion, descomponiéndose el equipo y quedando fuera incluso de la final B. Italia aflojaba el ritmo al verse clasificada para terminar en 3:47.203, pero dando la impresión de tener mucho más potencial.

Por cierto, por el bronce lucharán dos selecciones que no hicieron de los mejores cuatro tiempos en la clasificatoria: Dinamarca, quinta, que por la tarde marcaba el mejor tiempo absoluto (3:46.754) y Australia, sexta, para mejorar a 3:48.773.

¿Y España? Pues una actuación bastante discreta para Alberto Pérez, Jaime Romero, Erik Martorell y Joan Martí Bennassar, que terminaban decimoquintos, con 4:04.753: Ahora veremos si se quiere seguir ‘maquillando’ estos resultados, si se achaca a los corredores de algo de lo que no tienen culpa,  o se ataja el problema de raíz, como se debería haber hecho hace unos meses.

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