Con Mora, sexto, y Calvo, séptima, España recupera el pulso en una jornada que corona a los hombres británicos y a las féminas italianas

Un momento del scratch. Foto: Fed. Española

Con la sexta plaza de Sebastián Mora en el scratch, que se llevaba el canadiense Dylan Bibic, y la séptima de Tania Calvo en la eliminación, que se adjudicaba Lotte Kopecky, España ha cogido ese pulso deportivo que debe tener en un evento, fuera de experimentos y encima poco acertados. La segunda jornada del Mundial otorgó además el keirin a Harrie Lavreysen, por tercer año consecutivo, así como las persecuciones por equipos a Gran Bretaña, la masculina, y a Italia, la femenina.

El altísimo ritmo en toda la carrera del scratch impidió cualquier tipo de ataque durante toda la prueba, aunque el neozelandés Aaron Gate y el francés Donavan Grondin se mostraron como los más fuertes… lo que supuso que al final se exhibieran demasiado, con lo que ello significa, con un Mora bien pendiente de ambos. De hecho, a falta de seis vueltas hubo un mini corte de cuatro corredores en el que se metió el español junto al galo, pero este no quiso relevar y se acabó la tentativa. Luego fue el alemán Moritz Malcharek el que se fue a falta de tres giros, pero también se le hizo muy largo, ya que el pelotón comenzó a preparar el sprint.

Tania Calvo, en acción. Foto: Fed. Española

El belga Tuur Dens, primero, y luego el neerlandés Roy Eefting tomaron la delantera hasta que el joven Dylan Bibic les remontó para llevarse el oro, en su primera campaña como élite, demostrando su prometedor futuro. El japonés Kazushigi Kuboki, también muy bien colocado en la parte final, se llevaba la plata, con el neerlandés completando el podio, por delante de Dens, de Grondin y de Mora.

Por su parte, Tania Calvo hizo una carrera muy inteligente en la eliminación, colocada siempre en las últimas posiciones, pero salvando con solvencia todas y cada una de las eliminaciones aprovechando su ‘rush’ hasta que se quedó sin fuerzas. Pero entonces sólo quedaban siete ciclistas, lo que se traducía en un notable puesto para la alavesa, vistas las corredoras que quedaban en ese momento.

Kopecky salió espoleada por su técnico para mejorar su plata de 2021 y al final no necesitó esprintar para distanciar a Rachele Barbieri, que se hacía con la plata, completando el podio Jennifer Valente.

Podio de la persecución masculina. Foto: FCI

Italia y Gran Bretaña, intercambiando medallas

Aunque daba la impresión de que Italia tenía una quinta y hasta una sexta marcha a tenor de lo visto ayer, la persecución masculina se saldaba con el triunfo de la renovada Gran Bretaña de Dan Biggham, Ethan Hayter, Ethan Vernon y Ollie Wood, que llevó la delantera en todo momento y con un 3:45.829 no solo se llevaba un triunfo que no conocían desde 2018, sino que se quedaban a solo dos décimas de su récord nacional, demostrando que van por un muy buen camino. Italia se quedaba a solo dos décimas (3:46.033), pero el cambio de Francesco Lamon por Simone Consoni, junto a Filippo Ganna, Jonathan Milan, y Manlio Moro no dio el resultado esperado.

Dinamarca, con Lasse Norman Hansen, Tobias Aagard Hansen, Rasmus Lund Pedersen y Carl Frederik Bevort se imponía a Australia (3:46.721 a 3.48.127), en una final B en la que dominaron los oceánicos hasta el tercer kilómetro, pero los nórdicos terminaron remontando y llevándose el bronce.

Volando hacia el oro. Foto: FCI

En féminas, intercambio de metales entre las británicas y las italianas, que han pasado a ser las nuevas referentes en la versión femenina. Marco Villa volvió a apostar por Martina Fidanza en lugar de Martina Alzini, junto a Elisa Balsamo, Chiara Consonni y Vittoria Guazzini, para medirse en la final ante una Gran Bretaña que había dado cuenta de Francia, por algo más de un segundo, en unos enfrentamientos de primera ronda en los que no hubo sorpresas y se clasificaron para las finales los cuatro mejores tiempos. Pero Katie Archibald, Neah Evans, Josie Knight y Anna Morris, en lugar de Megan Barker, que solo compitió ayer, no pudieron en ningún momento con las ‘azzurre’: 4.09.760 a 4:11.369, en lo que es un nuevo récord nacional italiano y un aviso de que han llegado para quedarse.

Victoire Berteau, Marion Borras, Clara Copponi y Valentine Fortin completaban el podio dando por fin la primera medalla a Francia en estos Mundiales, al superar claramente a Australia: 4:10.774 a 4:13.866.

Lavreysen alcanza los diez oros

Pasando a los velocistas, el torneo de keirin, que volvió a disputarse a cuatro fases, nos dejó a Alejandro Martínez sin poder pasar a cuartos: en la primera ronda atacó pronto buscando sorprender, pero sin éxito, para ser quinto, y sin tampoco poder hacerlo en las repescas, cuando fue cuarto.

Lavreysen, celebrando un nuevo título. Foto: UCI Track

Tras unas semifinales de altísimo nivel, la final llegó con la presencia de los dos neerlandeses que volvieron a ser primero y segundo con el orden habitual, Harrie Lavreysen y Jeffrey Hoogland, con lo que el primero alcanza las diez medallas mundialistas, con el colombiano Santiago Quintero logrando ese gran resultado que le hacía falta al superar en los últimos metros a los franceses Sebastien Vigier y Melvin Landerneau, que no supieron o no pudieron jugar sus bazas de forma colectiva para acceder al podio.

Y terminamos con la velocidad femenina que vivió desde los 200 metros a los cuartos de final, deparando unos enfrentamientos en semifinales para mañana de Lea Sophie Friedrich-Laurine Van Riessen y Mathilde Gros-Emma Hinze.

Friedrich era la más rápida en los 200 (10.357), por delante de Gros (10.401) y de la sorprendente neerlandesa Hetty Van den Wouw (10.416), quizá jaleada por la decisión de que ayer no saliese en la velocidad por equipos, por un error administrativo a la hora de apuntar su dorsal en la lista de participantes. Dos de las grandes favoritas quedaban más atrás: Emma Hinze era sexta (10.491), aunque recuperaba su caché en cuartos al derrotar a la ‘oranje’, mientras que la campeona olímpica Kelsey Mitchell, duodécima (10.607), caía en octavos ante Pauline Graboch. Por su parte, Martha Bayona, cuarto tiempo, tampoco llegaba a cuartos, eliminada por Van Riessen.

Helena Casas no pudo pasar a la primera ronda por apenas una posición, vigésimo novena, y escasamente 4 milésimas que le separaron de la malaya Anis Rosidi (11.149 a 11.153).

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