Mis ídolos en París (III): El legado de Ashton Lambie en persecución

Lambie, hace un año cuando se proclamó campeón. Foto: UCI Track

“Cuando cruce la meta de Roubaix el año pasado en el Mundial, posiblemente fue la primera vez que sentía una profunda sensación de logro”, se puede leer en VeloNews, recogiendo un post de Ashton Lambie en Instagram. “No había nada más que hacer”

Esa es la razón de que el norteamericano, de 31 años, haya decidido retirarse de los velódromos, mucho nos tememos que definitivamente. Con esa corona, dejando atrás a Jonathan Milan y sobre todo a Filippo Ganna, culminaba una carrera de seis años desde que comenzó en las pistas de madera, de donde había saltado desde las de hierba e incluso desde el gravel, disciplina a la que ha regresado en este 2022.

El abrazo de ayer entre Ganna y Lambie,
¿se repetirá hoy? Foto: UCI Trac

Pero Lambie había conseguido otro éxito, no sé si mayor pero sí más resonante al haberse convertido en agosto del año pasado en el primer, y por ahora único, ciclista en bajar de los 4 minutos, con un récord del mundo de 3:59.930. Fue en Aguascalientes, donde todo empezó en agosto de 2018, cuando establecía el primero de sus cuatro récords del mundo, en agosto de 2018. Estábamos ante un desconocido, pero fácilmente identificable mostacho decimonónico, que saliendo ‘a petar’ bajaba en más de 3 segundos el histórico récord de Bobridge, que databa de 2011.

En estos cuatro años ha cambiado mucho la persecución individual y pese a no ser olímpica, tiene una rivalidad desconocida en la anterior década. Aparte de los dos transalpinos, Dan Bigham, Lev Gonov, Corentin Ermenault, Tobias Buck Gramcko o Aaron Gate han corrido al menos una vez por debajo de esa plusmarca que entonces nos pareció de otra galaxia del norteamericano. Claro que si bajamos la barrera hasta el 4:10, el número deciclistas se multiplica.

Esta tarde no estará desgraciadamente Lambie, aunque finalmente sí Ganna y todos los persecucionistas antes mencionados salvo Gate, con lo que podremos vivir un gran torneo, pero siempre con el recuerdo y el legado del norteamericano, en el que también influyó el hecho de que Estados Unidos no clasificase, ni de lejos, su cuarteta para Tokio y la próxima opción no sea París, sino Los Ángeles, que ya le pillarán demasiado mayor. Y es que con hechos así se demuestra que es una lástima que la persecución individual haya dejado de ser olímpica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario