El día después de los Campeonatos de España juniors y cadetes 2023

Quizá uno de los aspectos más relevantes de los pasados Campeonatos de España de juniors y cadetes - Gran Premio V Centenario de la Villa de Galapagar tuvo más repercusión fuera que dentro del propio velódromo. Me estoy refiriendo a que, por primera vez, los cadetes corrieron sin limitación de desarrollo, lo que se tradujo en cinco nuevas plusmarcas nacionales, que no récords, ya que la Española no las reconoce en esta categoría, aunque en TrackPiste los tenemos recopilados.

El siempre atinado Sergi Escobar comentaba en Twitter que “deslimitar el desarrollo era de cajón”, algo con lo que no estaban de acuerdo otros tuiteros, más preocupados por los aspectos de formación y por las grandes diferencias existentes entre ciclistas que hay en estas etapas de desarrollo. En cualquier caso, las dos opiniones son respetables y asumibles, aunque me inclino por la que mantiene Sergi, pero con un matiz: la formación no consiste en poner puertas al campo, sino en seguir trabajando e ilusionando a aquellos que están más limitados y en no ‘quemar’ a los que tienen la ventaja de ser más precoces en su desarrollo.

Dicho esto, la propia existencia de un Campeonato de España cadete avala la tesis competitiva frente a la formativa… y con ello resulta incomprensible que las plusmarcas obtenidas en esta categoría, en general, y en este Campeonato, en particular y con algunas de gran valor como los 12.206 de Leyre Toledo, no se recojan oficialmente, aunque sea por mera estadística.

Y continuando con la ‘formación’ no he visto ningún debate público sobre la inexistencia de control antidopaje en los Campeonatos, aunque tampoco creo que sea ya muy necesario.

Un Campeonato extraño en sus ritmos

Vivido desde dentro, me resultó un Campeonato extraño en sus ritmos, demasiado e innecesariamente acelerado en algunos momentos, teniendo en cuenta que, por enésima vez no se retransmitió en ninguna plataforma -aunque algún optimista despistado todavía me siga preguntando si ‘lo echan en algún sitio’-, y otras veces con demasiados tiempos muertos. Personalmente pienso que los horarios necesitan un replanteamiento, aunque es algo sobre lo que ya escribiré más ampliamente.

Un evento del que me volvió a agradar el ambiente familiar que tienen los Campeonatos de estas categorías, aunque desgraciadamente se generó una tensión innecesaria en algunos momentos, que prendió en las gradas y se revirtió en la pista. Como dije hace un año, afortunadamente esto no es fútbol, hay que animar a todos los chavales, aunque tengamos nuestros preferidos en nuestros hijos, en nuestras selecciones… y no cebarse en los rivales, aunque sus acciones no sean las más deportivas, porque otras veces pueden ser los ‘nuestros’ los vituperados.

En este sentido, señalar que hubo un par de errores arbitrales que no deberían haberse producido, pero que fueron solucionados de forma más o menos satisfactoria… aunque nunca llueva a gusto de todos. Eso sí, la eliminación en la categoría junior es una prueba que genera demasiada tensión, por las ganas y nervios de los corredores, a los que aún les falta la experiencia para tener un comportamiento más sosegado.

Comunidad Valenciana: desde antes y para el futuro

Deportivamente, la Comunidad Valenciana fue la gran triunfadora, y básicamente gracias a una notable generación de cadetes entre los que se destacaron las dos Leyres, Almena -con siete títulos contando los dos de Mallorca- y Toledo -con cinco en el global-, así como Oscar Orts y Eric Igual. Obviamente no es una cuestión puntual, sino del trabajo de varios años, pero sí que creo que los antiguos ‘naranjas’ -que raro me sigue resultando el nuevo maillot azul- serán la referencia en los próximos años.

Baleares tuvo el premio a la mejor selección junior, gracias a sus féminas, pero también a corredores como Joan Roca, aunque también quiero señalar el gran trabajo de Navarra con Sergio Aliaga, de Javi Carrasco en Madrid, que, a pesar de haber visto disminuidos sus recursos económicos, fue capaz de ganar la prueba que mejor muestra el trabajo de un país, de una región, la persecución por equipos, en la categoría junior. Y que significativamente no se disputó entre las féminas por segundo año consecutivo. Luego se quiere arreglar todo deprisa y corriendo en la categoría élite, pensando que con la ‘ciencia infusa’ de nuestros técnicos de rendimiento se arregla todo en dos años.

Tampoco quiero olvidarme de Extremadura, que pese a su esfuerzo no pudo tener la selección que deseaba, tanto por la tiranía de los puntos -algo que parece ya tan asumido a pesar de su injusticia que me preocupa- como por la coincidencia con Roubaix que le obligó a prescindir de uno de sus mejores juniors. Y es que siempre he pensado que estas fechas de Pascua eran idóneas para el Nacional…. aunque ya hay quienes comienzan a sugerir un adelanto. Ni tampoco me olvido de Aragón, donde el gran César Latorre quiere mantener al precio que sea la llama viva de la pista: de momento con María Caraballo lo está consiguiendo.

Olvidos justificables e injustificables

Individualmente, también me quiero referir a Hugo Sánchez, con el que hablaba hace poco. En un país con escasos velocistas, y en el que. debido a las escasas oportunidades de promoción en esta disciplina, casi todos se pasan al fondo, el andaluz quiere ser velocista. Desde su Autonomía no va a contar con mucho apoyo, pero espero que la Española se desmarque por una vez y sin que sirva de precedente, y haga todo lo posible porque tengamos aunque sea solo uno.

Un Campeonato -como otros muchos- que también merecería un rediseño en los maillots. Y es que ver a corredores como el mencionado Hugo, sin ir más lejos, intentar embutirse en una talla que les quedan insultantemente pequeñas no es lo más adecuado en una ceremonia protocolaria. ¿Para cuándo unos maillots específicos, con cremallera trasera? No es ni mucho menos una prioridad, pero quedaría infinitamente mejor.

Y no quiero terminar sin referirme al Club Ciclista Galapagar, que realizó un gran esfuerzo para sacar adelante este Campeonato, y además con nota alta, y que en algunos aspectos merece un mayor apoyo. No me parecía lo más adecuado que el velódromo estuviera cerrado a cal y canto a mediodía por una simple cuestión de vigilancia, cuando hay muchas personas que pueden aprovechar ese tiempo-espacio, pero peor aún me parece el ninguneo federativo a nivel de comunicación que tuvo su punto culminante en el olvido -recordado sospechosamente un día después con el evento ya terminado- del bonito gesto que tuvieron con su compañero y amigo Sergio Román Martín.

PD: Reconozco que se me había pasado, pero como me lo han recordado y es de justicia, mucho ánimo a la asturiana Myriam Rodríguez y a la balear Clara Blanco, que padecieron esa caída masiva que les obligó a dejar el Campeonato antes de lo previsto, así como al castellano-leonés Arturo Barros, también accidentado. Mucho ánimo a todos y espero volver a veros pronto en los velódromos.

6 comentarios:

  1. Gracias a ti Luis por el apoyo, soporte y voz que das a las carreras de pista. Tu labor es meritoria y también debe tener su reconocimiento. Un abrazo

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  2. El alto nivel mostrado por algunos, bastantes, cadetes sigue haciendo creer en un buen futuro. Esperemos que como otros muchos, no se vayan diluyendo por el camino. Cambio desarrollo ha sido acertado control antidoping podria ser aconsejable, aunque solo fuera como medida preventiva.

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  3. Otra vez no mencionas a las chicas que cayeron en eliminación. Myrian de Asturias y Clara de
    Baleares fueron las peor paradas, no pudiendo continuar en la competición, para la que llevan un año entrenando. De todas formas , gracias por hacerte eco de este deporte

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  4. Comentas decisiones arbitrales.. No muy acertadas, como dices nunca llueve a gusto de todos y si no lluve valga la rebundancia algunos ya les va bien.. Vease ejemplo en el SRACHT de Juniors Masculino...

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