Estrellas olímpicas (XLIII): ¿Bienvenidos a la era de Matt Richardson?

Con once medallas de oro -y tres de plata-, con apenas 26 años recién cumplidos, a Harrie Lavreysen le quedan todavía algunos años para reunir uno de los más completos palmareses de toda la historia de la velocidad. Sin embargo, a quien más, quien menos, le gustaría que tuviera un antagonista que hasta 2022 no existía, a pesar de que lo apuntaron algunos de sus rivales, que terminaron cansados de la superioridad del neerlandés.

Richardson derrotó por primera vez a Lavreysen el año pasado
en la UCI Track Champions League

Sin embargo, la pasada temporada pudimos comprobar que ese gran rival parece que ya está en los velódromos: Australia sorprendía a los Países Bajos en la velocidad por equipos del Mundial de Saint-Quentin-en-Yvelines y uno de sus integrantes, Matthew Richardson, le plantaba cara en la final de velocidad, aunque no le ganase, para superarle en una cerradísima Liga de Campeones algunas semanas después. “Bienvenidos a la era de Matthew Richardson”, dijo alguien con la experiencia de Chris Hoy, como se recoge en un artículo en Ridemedia, aunque soy de los que piensan que el neerlandés todavía será el rey durante algún tiempo, pero que el australiano es ese rival que contribuirá a hacer más interesante la disciplina reina de la pista.

Aunque ya han trascendido algunos detalles de este australiano nacido en Maidstone, Gran Bretaña, donde trabajaba su padre, y que el próximo miércoles cumplirá 24 años, hemos querido dedicarle una entrega de nuestra serie de estrellas olímpicas, más que nada por todo lo interesante que acompaña a este personaje, con algunos detalles curiosos que hemos encontrado en otro reciente reportaje de SBS Sport.

En su infancia, como gimnasta. Instagram Matt Richardson

Gimnasta de nivel en su infancia, tanto en Gran Bretaña como en su regreso a Warwick, Australia Occidental, cuando tenía nueve o diez años, una lesión en el codo le obligó a estar año y medio de recuperación, demasiado tiempo para un deportista, y fue entonces cuando decidió probar en el velódromo, en una disciplina que le atraía por influencia de su padre, pero que no se había atrevido a probar, por falta de tiempo. “Entrenábamos como 32 horas a la semana, con 10 o 12 años. Era súper, súper brutal y yo creo que, si no hubiera tenido la lesión en el codo, probablemente todavía lo habría estado haciendo hasta el día de hoy”, contaba el velocista.

Afortunadamente para el ciclismo en pista no fue así. El Midland Cycling Club le captó para una sesión de 'ven y prueba' y de allí no tardó en ir al Instituto de Deportes de Australia Occidental (WAIS), donde supieron entender que la fuerza que había conseguido en el gimnasio podría transferirse a la pista. “Pesaba 52 kilos y era bastante pequeño y débil, para ser honesto. No tenía problemas con los brazos, pero me costó mucho tiempo empezar a levantar pesos importantes. Pero mejoré la técnica y progresé rápido”. Y en 2019 ya formaba parte del programa Academy Potential de Australia, debutando ese mismo año en el Mundial. Pesaba 30 kilos más, de puro músculo.

Richardson fue uno de los ciclistas que mejoró bastante con ocasión del confinamiento por la pandemia de COVID-19. “Las restricciones que se nos impusieron durante la pandemia fueron un desafío. Siempre he sido bueno entrenando solo, monté un gimnasio en casa, en Adelaida, y ese también fue un año bueno para mí”. Su progreso se tradujo en una explosión en este 2022, aunque Richardson considera que “ha sido el resultado directo de un entrenamiento constante".

En el podio del pasado Nacional australiano de keirin.
Facebook AusCycling/Josh Chadwick

En la entrevista detalla su trabajo de tres sesiones en el gimnasio y tres en la pista a la semana, con un paseo ocasional por carretera dependiendo de las necesidades estacionales, como la recuperación o el estado físico. Pero considera que hay otro elemento fundamental para completar el desarrollo muscular y la mejora de la potencia. “Todo el trabajo que hacemos en el gimnasio es inútil si no consumimos suficientes proteínas. No vas a mantener esa masa muscular si no alimentas tu cuerpo”, siendo un firme defensor de comer algo cada dos horas, como 20-30 gramos de proteína”.

Pero también reconoce en Ridemedia que “he ganado una enorme cantidad de experiencia en Europa. He aprovechado la oportunidad para experimentar tácticamente, y definitivamente siento que tengo más control con ese elemento de la ejecución de mi carrera. Tengo un gran equipo de apoyo a mi alrededor y eso significa mucho para mi confianza en mí mismo”.

Y las vistas están puestas en París, pero ganar este año el Mundial en Glasgow es algo importante para Richardson, sobre todo de cara a coger moral para los Juegos Olímpicos. "Creo que, si puedo entrar con buenas piernas, buena velocidad, podría ganarle. Ese es obviamente el objetivo. Fue increíble obtener el segundo lugar, porque nunca había estado tan cerca en mi vida, pero ¿por qué no tratar de ganar la maldita medalla?".

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