El entonces Siemens Arena, en marzo de 2002. Foto: RM |
Y es que el Dansk Bicycle Club, el club más antiguo del mundo, fundado en 1881, con más de 800 socios, y propietario de aquel velódromo, comprendió que se había quedado obsoleto y se planteó su venta para la construcción de la nueva pista más acorde con los nuevos tiempos, que sería diseñada por uno de los grandes constructores, Ralph Schumann. Y con la ayuda de diversos empresarios locales, la operación fue un éxito, ya que el entonces llamado Siemens Arena se inauguró a finales de 2001. Unos meses después acogía los Seis Días de Copenhague y en septiembre, en concreto del 25 al 29, el primer Mundial de pista en territorio danés después de casi medio siglo, con organización de la Danmarks Cykle Union, y que contó con 300 atletas de 38 países.
Eso sí, el protagonismo deportivo
de Dinamarca fue poco menos que testimonial, aunque todo indicaba que Ballerup
podría ser un elemento imprescindible para el arranque. Sin embargo, el 3 de
febrero de 2003 se derrumbó el techo del recinto por un error de construcción
que supuso un largo cierre del velódromo y la quiebra de la empresa que lo
levantó. Afortunadamente, el municipio se hizo cargo de las obras de
reparación y surgió el Ballerup Super Arena.
En las temporadas 2007-08 y
2008-09, el ciclismo UCI regresó a Ballerup, con sendas mangas de la Copa de
las Naciones, para volver a ser escenario de un Mundial en 2010, en esta
ocasión en fechas de marzo, del 24 al 28, y con ya 400 pistards de 42
naciones. Un evento en el que Australia volvió a ser la selección más laureada,
con Cameron Meyer como gran protagonista al llevarse el oro en persecución
por equipos, puntuación y madison, con dos títulos para Anna Meares y Tara
Whiten, uno de ellos en el naciente ómnium en el que Leire Olaberría obtenía
la medalla de bronce. Por cierto, Dinamarca ya tuvo mayor protagonismo con
el oro de Alex Rasmussen en el scratch.
Una foto actual del Ballerup Super Arena |
No hay comentarios:
Publicar un comentario