Recomendaciones del doctor Cesáreo López como aplicación a la pista de los procedimientos UCI en carretera durante la pandemia

Cesáreo López, en una foto de archivo
La reciente publicación por parte de la UCI del ‘Procedimiento para la reapertura de la temporada de ciclismo en carretera en el contexto de la pandemia de coronavirus’ tuvo un notable complemento la pasada semana por parte de nuestro compañero –y amigo- Carlos de Torres, responsable de ciclismo en la agencia EFE, al entrevistar a Cesáreo López, jefe de los servicios médicos de la Federación Española, sobre la aplicación práctica de dichas medidas en relación con el ciclismo profesional. "Ha cambiado la forma de vivir y de enfermar y eso repercutirá en el deporte. Las condiciones para competir van a ir variando según la situación de la pandemia, en cada fase se tomarán unas medidas u otras, pero ante todo está la salud de los deportistas",
Sin embargo, desde TrackPiste hemos querido dar un paso más, ver si la aplicación de este protocolo es posible en otros ciclismos, no sólo el profesional. Nuestro interés, lógicamente, es el ciclismo en pista, que tiene un importante evento a la vuelta de la esquina, con los Campeonatos de España de pista de Tafalla, a finales de septiembre, aunque antes de ese momento habrá otros dos grandes tests con los Nacionales de carretera, tanto los absolutos de Jaén, a finales de agosto, como los juniors y masters de Mallorca, dos semanas más tarde.

"Personalmente exigiría los mismos requisitos"
En una concentración de la selección
La conclusión que saca el doctor es que “personalmente exigiría los mismos requisitos, pero no podemos pasar de una recomendación. Lo importante es que nos debemos acostumbrar a tener que trabajar con unas medidas de seguridad, y que en el caso de estar trabajando con deportistas se deben cumplir a rajatabla”.
López destaca “lo que sucedió recientemente con el torneo de exhibición de tenis lanzado hace escasas semanas por Novak Djokovic, porque en cualquier momento puede producirse un contagio, un rebrote. Tendría que mirarse todo con lupa, con unas medidas necesarias. Lo ideal sería hacer un PCR a todos aquellos que participasen de una forma u otra en el evento”. En este caso, estamos hablando de una prueba que cuesta entre 70 y 100 euros, “y que solo te indica que en ese momento la persona no está infectada, pero puede estarlo en un par de días si no se cumplen unos protocolos”. Los test serológicos podrían ser una alternativa por su coste sensiblemente inferior -nos 30 euros-, pero no te dicen si hay infección. “Lo importante es que haya un médico responsable en cada selección, de cada equipo, que certifique por lo menos que están libres de sintomatología, y que, por supuesto, tenga un control constante durante la competición de los corredores, controlando posibles casos sospechosos”.
Si los corredores han pasado controles, no hay problema en el pelotón
Con este control en lo que López llama primer círculo, habría una garantía de seguridad en relación al que se considera el segundo círculo. Como declaraba a EFE “el hecho de juntarse 200 ciclistas, sin guardar la distancia de seguridad, en pleno esfuerzo y ‘echándose el aliento’, no debe representar ningún problema, pues se trata de personas que dentro de sus burbujas ya han pasado controles de salud. Se habla de la burbuja del equipo, y luego está la del pelotón, todos corren controlados. Se trata de un conjunto de personas limpias, libres de Covid, que cuidan su limpieza de manos, desinfectan el calzado, usan guantes, gafas.... hay controles previos y un médico que coordina. Hay muchos filtros para evitar problemas....". En este caso, el principal peligro podría provenir de que se tuviese que llegar a impedir la participación de una selección, de un equipo, por provenir de una zona en la que hay una situación de un mayor número de contagios.

"Mucho desconocimiento sobre cómo se produce la transmisión"
En un velódromo –y más cerrado como el de Tafalla- las circunstancias son distintas. “Seguimos teniendo mucho desconocimiento de cómo se produce la transmisión, de por qué hay gente que no se ha contagiado pese a convivir con enfermos graves, y de cómo funcionan esos mecanismos de inmunidad. Son todo especulaciones. Pero lo cierto es que en los lugares cerrados y con mucha más gente en contacto, hay menos circulación del aire y por lo tanto más riesgos”. 
La situación en un velódromo cubierto es muy distinta
Además, dentro de este segundo círculo, habría que considerar no sólo a los corredores y a sus equipos, sino también al personal de organización, al jurado técnico e incluso a la prensa que sigue el evento. “Lo ideal sería aplicar las mismas medidas que aplican los equipos. Es decir, recomendaría que se hicieran un PCR, pero no deja de ser una recomendación, es algo que no podemos exigir nosotros, sino que tienen que ser las autoridades sanitarias”. Y en cualquier caso existe la duda de quién debería asumir ese tipo de controles. “El organizador”, sugiere Cesáreo, pero quien es el organizador de un evento de este tipo, ¿la Española, la autonómica?
De todas formas, el propio Consejo Superior de Deportes echaba un jarro de agua fría sobre cualquier tipo de medida sobre la obligatoriedad de los PCR, al estimar que no son necesarios para acceder al CAR de Madrid o a la residencia Blume, y que con un simple examen médico (toma de tensión, temperatura, analítica normal y corriente) y un cuestionario es suficiente para acceder.
El responsable médico federativo incide más en los comportamientos de todo el personal dentro de esa burbuja. “Hay dos pautas básicas, las recomendaciones de distanciamiento y la desinfección constante. El contacto entre los ciclistas existe y en pista no se puede evitar, pero como decía antes, suponemos que no están enfermos. Pero fuera de ella, hay que extremar la vigilancia, aumentando la distancia entre selecciones, no compartiendo entre los corredores ni material, ni bidones, ni comida, separando más a los distintos equipos, desinfectando el material constantemente, trabajando con guantes, no mezclando el material limpio del sucio… todas las medidas que ha dicho la UCI, pero que ya se han difundido por muchos canales, y que en muchos casos son de sentido común”. El doctor señala que “un simple caso positivo sería un altísimo riesgo y conllevaría la suspensión del Campeonato”, como pasó con el torneo de tenis de Djokovic.
Los equipos, lo más alejado posibles entre ellos.
Foto: Carmelo Esteban
Un interés especial concitan los hoteles, si es recomendable concentrar a los distintos equipos en un solo establecimiento o mantener a cada uno en una ubicación. “Hay una serie de premisas básicas como alojar a los ciclistas en habitaciones individuales, y no compartir material. Luego depende del establecimiento, de sus pautas higiénicas, de las medidas que aplique para desinfectar zonas comunes, pomos de puertas… así como la separación en los comedores. No sé decir si es mejor una forma u otra, pero sí que cuanto menos contacto haya entre los técnicos de los distintos equipos, por ejemplo, mejor. Y no sólo en la pista, sino fuera de ella, en ese tipo de charlas que se suelen tener de forma relajada cuando ha acabado la jornada”.

"Les diría que se olvidasen de sus hijos"
Siguiendo con la simbología utilizada, el círculo mayor sería el que completa el público, que es ajeno a este tipo de controles médicos, aunque también existen protocolos en cuanto a los aforos o al control de accesos. Pero en las categorías de base del ciclismo –y es un caso que se dará en Tafalla o en Mallorca- buena parte de ese público son los familiares de los corredores, que tienen una interacción frecuente durante los días del evento. 


La separación entre corredores y público debe ser total.
Foto: David Seco
“Yo les diría que se olvidasen de ellos, que les digan adiós el primer día del Campeonato hasta el último, cuando ya no estén en contacto con otros corredores. Y por supuesto que se olviden de hacer algunas cosas que antes hacían con ellos”. Y es que la separación entre estos dos colectivos debe ser total “porque los corredores han pasado unos controles, de una forma u otra, pero los espectadores, no”. Sobre el tema específico de las ceremonias protocolarias, un momento de máximo contacto entre público y corredores, entre padres e hijos, ya lo desmenuzaremos en otro post.
Finalmente, el responsable médico federativo quiere señalar que “estamos trabajando para evitar que haya contagios, para cualquier tipo de rebrote que tendría unas consecuencias impensables. Esta es la situación ideal a día de hoy, pero todo cambia muy rápido y esperemos que sea para mejor. Las medidas sanitarias pueden evolucionar según el momento, pero también según el lugar donde se celebre la prueba”, y señala que “todo lo iremos viendo en las primeras competiciones, en las que pueden aparecer riesgos no pensados. De ello se podrán sacar conclusiones”.

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