Alemania reina en la persecución femenina con tres récords del mundo; Países Bajos ratifica su dominio en la velocidad masculina

Podio de la persecución femenina. Foto: UCI

Alemania, en la persecución por equipos femenina, y Países Bajos, en la velocidad por equipos masculina, se han proclamado campeones olímpicos en la segunda jornada de las pruebas de pista que se celebran en el velódromo de Izu. En el caso de las germanas, relativa sorpresa ya que todos los pronósticos apuntaban a un duelo entre Gran Bretaña y Estados Unidos, que al final se han tenido que conformar con las medallas de plata y bronce; en el de los neerlandeses, simplemente la ratificación del poderío mostrado en los últimos años, acompañados en el podio por Gran Bretaña y Francia.

Pero que sea una relativa sorpresa el triunfo de las alemanas, ya que fueron medallistas de bronce en el último Mundial, no quiere decir que sea injusto. Todo lo contrario, ya que han batido por tres veces el récord del mundo en estos Juegos: ayer en la clasificatoria con 4:07.307, hoy en la primera ronda con 4:06.159 (con Gran Bretaña efímeramente recuperándolo, ya que salieron en la serie anterior, con 4:06.748) y de forma definitiva en la final, donde Franziska Brausse, Lisa Klein, Lisa Brenhauer y Mieke Kroeger se iban a 4:04.242, un ‘tiempo de chicos’, como pudimos bromear en la retransmisión de Eurosport.

Brenhauer, celebrando el triunfo alemán. Foto: UCI

“Estoy abrumado. 4:06 minutos, es un tiempo fenomenal, pero que lo mejoren en dos segundos en la final es una locura. Lo dieron todo”, dijo el seleccionador nacional André Korff en la web de la Federación Alemana. Brennauer no olvidó a su compañera de equipo Gudrun Stock, quien no pudo estar en Tokio por motivos de salud, pero que había contribuido a moldear el equipo. "Gudrun era una gran parte del grupo aquí. El récord mundial también le pertenece, incluso si no estaba allí con sus propias piernas".  Klein destacaba la armonía del equipo y “cuanto todo funciona, va todo sobre ruedas”. Brauße comentaba que “aspirábamos a la medalla, pero con el tiempo que hicimos ayer y viendo que nadie se acercaba lo teníamos claro, queríamos el oro”. Finalmente, Kröger terminaba diciendo que "estamos increíblemente orgullosas”.

Gran Bretaña, que en las dos pruebas de hoy apostó por Katie Archibald, Laura Kenny, Neah Evans y la joven Josie Knight -y no por la experimentada Elinor Barker-, salió muy fuerte, intentando estar al nivel de la clasificatoria, pero acusó el fortísimo inicio y terminaría en 4:10.607, aunque el tiempo era lo de menos, lo que importaba era la victoria, que, salvo ese inicio fulgurante, no tuvieron a su alcance en ningún momento.

Para Estados Unidos, con Chloe Dygert, Jenifer Valente, Emma White y Megan Jastrab, el bronce al batir a una Canadá que dio bastante más batalla de lo que podían pensarse sus vecinas, 4:08.040 a 4:10.552, y que siguen con su racha de cuartos puestos de los últimos Mundiales. Y si Alemania sólo usó a sus cuatro corredoras, ya que Laura Sussemilch no llegó a salir en ninguna manga, para la británica Barker y para la norteamericana Lily Williams, que fue quien actuó en la clasificatoria aunque no hoy, la decepción de no poder estar en el podio ya que solo pueden subir aquellos que participan en la final.

Países Bajos, en su línea, sin récord del mundo pero con plusmarca olímpica

Podio de la velocidad masculina,
con los cuatro neerlandeses en el podio. Foto: UCI
Los récords olímpicos se sucedieron en el torneo de velocidad masculino, hasta que Países Bajos lo dejó en 41.431 en la primera ronda, no muy lejos de la plusmarca mundial que establecieron en Berlín (41.225). Los ‘oranje’ y Gran Bretaña (Ryan Owens, Jason Kenny y Jack Carlin) no decepcionaron y se plantaron en la final, donde los neerlandeses se impusieron con absoluta claridad, aunque sin récord: 41.369 a 44.589.

En cuanto a la final B también tenía los mismos participantes que el último Mundial, aunque en este caso la joven escuadra francesa (Florian Grengbo, Sebastien Vigier y Rayan Helal) se tomaba la revancha ante Australia, lastrados por la salida de su tercer corredor: 42.331 a 44:013.

En este caso, no hubo ‘castigo’ de no poder subir al podio para Mathijs Buchli, participante en la clasificatoria, para luego ceder su plaza en la primera ronda y en la final a Jeffrey Hoogland como tercer corredor tras Roy Van den Berg y Harrie Lavreysen, aunque fue después de la propia ceremonia, cuando cogió la medalla que le correspondía y se subió al cajón más alto junto a sus compañeros.

Dos platas para los Kenny. Foto: British Cycling

Y para Kenny, más que la alegría del podio, la de convertirse en el ciclista olímpico más laureado de la historia, con seis oros y dos platas. Y ojo con su mujer, Laura, que ya tiene cinco metales: cuatro oros en los dos Juegos anteriores y la plata de hoy con la cuarteta.

Desenlace accidentado para Dinamarca y nuevo récord del mundo para Italia

Finalmente, la persecución masculina tuvo un desenlace bastante accidentado, cuando una fortísima Dinamarca, que iba camino del récord del mundo incluso en 3:41, estaba a punto de doblar a una Gran Bretaña que se jugaba su presencia en la final B, El primer ciclista nórdico, que iba mirando al suelo, arrolló al tercero británico, que estaba en su correcta trayectoria, pensando en marcar ese mejor tiempo. Sabiendo lo que se jugaba, se levantó y conseguía completar la distancia con un registro de 4:28.489, lo que sólo le servía a los británicos para estar mañana en la lucha del séptimo y octavo lugar. Dinamarca no terminó, pero como se puede decir que ya había alcanzado a sus rivales, se la dio como vencedora, pero sin poder establecer esa nueva plusmarca mundial que tenían en sus piernas. Un desenlace que no se conoció hasta finalziada la sesión, cuando el colegio de comisarios pudo ver los vídeos de la prueba con tranquilidad.

Récord del mundo y pase a la final para Italia. Foto: UCI

Y es que en la otra ‘semifinal’ -lo decimos así para entendernos, aunque no fuese realmente tal- Italia y Nueva Zelanda ofrecieron el enfrentamiento del más alto nivel de la historia. Hasta el final no se supo quién de las dos iba a ganar y entrar en la lucha por el oro mañana. Lo que sí es cierto es que tanto los transalpinos Francesco Lamon, Filippo Ganna, Simone Consonni y Jonathan Milan como los ‘kiwis’ Campbell Stewart, Aaron Gate, Jordan Kerby y Regan Gough iban a batir el récord del mundo de forma amplísima, y que al final se fue para Italia con 3:42.307 por 3:42.397 de sus rivales.

Una final para la historia

Aparte del desenlace de la persecución por equipos masculina, con Dinamarca e Italia en la lucha por el oro y Nueva Zelanda y Australia -beneficiada del incidente de los británicos, tras marcar 3:44.902 en su serie-, por el bronce, la tercera jornada de las competiciones de pista de los Juegos Olímpicos -entre las 8:30 y las 12:00, hora española- supondrá el comienzo del torneo de velocidad masculino y del keirin femenino.

La caida de la segunda semifinal'. Foto: British Cycling

En el caso de los hombres, tendremos desde los 200 metros, hasta las repescas de dieciseisavos, con un plantel de 30 corredores, entre los que destacamos a los neerlandeses Harrie Lavreysen y Jeffrey Hoogland, a los británicos Jason Kenny Jack Carlin, al polaco Mateusz Rudyk, al malayo Azizulhasni Awang,al australiano Matthew Glaetzer, al francés Sebastien Vigier, al ruso Denis Dmitriev, al trinitario Nicholas Paul, a los alemanes Maximilian Levy y Stefan Bötticher y a los japoneses Yudai Nitta y Yuta Wakimoto.

Para las féminas, ese nuevo keirin de doble jornada, con la primera ronda y las repescas, con las dos alemanas, Lea-Sophie Friedrich y Emma Hinze, la china: Tianshi Zhong, la francesa Mathilde Gros, la británica Katy Marchand, la canadiense Kelsey Mitchell, la neerlandesa Shane Braspenninkx, la ucraniana Olena Starikova o las rusas Daria Shmeleva y Anastasiia Voinova.

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