Mis ídolos en París (IV): Mathilde Gros olvida la 'bofetada en la cara'

Con cinco dobles Campeonatos en velocidad y 500 -las dos únicas pruebas de velocistas en aquella época- entre 1995 y 1999 sin dar ‘chance’ a ninguna rival y tres oros olímpicos entre Atenas 1996 y Sydney 2000, Felicia Ballanger ha sido una de las mejores velocistas de todos los tiempos, y sin duda la mejor de Francia.

Alegría desbordada en el podio... Twitter FFC

Por ello, cuando emergió Mathilde Gros a finales de la década pasada, la comparación comenzó a ser un arma de doble filo para la ‘nordiste’ afincada desde joven en Cornillon-Confoux, en la región de Provenza, donde dejó el baloncesto por el ciclismo en pista.

Y en sus primeros años cumplió, ganando por ejemplo los Nacionales de 500 metros y keirin con apenas 17 años, y con sendos oros en keirin en los Europeos de 2018 y 2019, recién pasada de juniors. Y lo corroboró en los Mundiales de Pruszkow con un bronce en la velocidad individual. Pero la presión terminó pasándole factura y en Tokio recibió una bofetada en la cara que nunca olvidaré”. La presión, la maldita presión, le superó… pero ayer se desembarazó de ella para coronarse campeona del mundo de velocidad a sus 23 años.

Sin ninguna duda, el artífice de esa victoria ha sido Gregory Baugé, el ‘compañero veterano’ que la ayudó a integrarse cuando era una recién llegada y ahora el seleccionador nacional. “Desde Tokio he cambiado mucho, en muchas cosas. Greg me aporta mucho, desde el punto de vista técnico, porque me ha hecho mejorar en algunas cosas, pero también mentalmente. Cuando pedaleo siento que le tengo conmigo y gracias a él he vuelto a encontrar el placer en la bicicleta. Recordé por qué elegí el ciclismo en lugar del baloncesto cuando era joven”, declaraba en L’Equipe, que lógicamente le dedicaba la portada de su edición de hoy.

... tras haber ganado a las dos alemanas. Twitter FFC

Gros comenzó a ganar el oro cuando forzaba el desempate ante Hinze, a la que terminaba derrotando, para no dar la más mínima opción a Lea-Sophie Friedrich, la única que le superó el jueves en los 200 metros. Fue en esa semifinal cuando se apreció el cambio de mentalidad, y como decía Baugé, “Mathilde sabe correr, conoce a sus oponentes y corrió de manera muy inteligente”.

Aún le queda mañana la oportunidad del keirin, pero lo más importante es que ya tiene plena confianza en sus posibilidades, con ese objetivo de París 2024, donde también correrá en casa. “Es una emoción enorme. Greg hablaba de lo que le supuso el Mundial 2015, que era increíble tener un público que te empuja y ahora lo veo… y estoy pensando que será bueno también para los Juegos”.

Gros ha tenido el hándicap de estar sola en la selección los últimos años, a diferencia de Ballanger, pero ahora Francia también ha apostado por la velocidad por equipos femenina Y aunque en esta disciplina se está comenzando, “la llegada de Marie-Divine (Kouame) y Julie (Michaux) también es estimulante”.

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