Las ‘goteras’ de los Campeonatos referidas a la participación que deberá abordar el próximo equipo federativo en un foro de pista (II)

Las ‘goteras’ señaladas en la primera parte de este artículo, referidas a los escasos velódromos españoles que han acogido unos Campeonatos de España en los últimos años, o la poca coherencia que hay a la hora de elaborar un calendario de competiciones, así como la necesidad de darle una vuelta a los programas de los Nacionales no son las únicas que necesitarían un debate: la forma de clasificación y la limitación o ampliación de la participación son dos temas que están en la mente de todos, pero que no terminan de resolverse con un planteamiento general, sino que se va improvisando según surgen las dudas y los problemas, como ha sucedido estos últimos años.

La Comunidad Valenciana, la selección más fuerte a día de hoy
a nivel nacional. Foto: HRD

En este sentido, estoy seguro de que es muy complicado, casi imposible, que todo el mundo piense de la misma manera, entre otros motivos porque las Federaciones más poderosas -económica y deportivamente hablando- querrán incrementar los participantes por prueba de cada selección, como ha sucedido en este 2024, cuando se ha pasado de dos a tres; mientras que las que tiene menos recursos buscarán limitar esta desigualdad con menos corredores por equipo en pista. Por no hablar de los problemas añadidos de la ‘collusion’ en las pruebas de pelotón o la obligatoriedad de tener que programar clasificatorias, con lo que conlleva de inflar el programa.

Los calendarios autonómicos deben tener más peso

Antes de ello, en lo que hay bastante unanimidad en que tener que conseguir los malditos puntos para poder participar en las categorías cadete y junior es un contrasentido y que la Liga de Pista, Copa de España o competición similar es innecesaria con ese objetivo primordial. Primero, porque hay un calendario muy interesante en muchas Federaciones Autonómicas, sobre todo para cadetes, y que este esfuerzo debe reflejarse de algún modo, sin necesidad de tener que viajar por toda España para ir a los Nacionales. Si se quiere establecer algún tipo de ‘filtro’, se podría determinar la obligación de participar en un número determinado de competiciones, pero dentro de tu ámbito regional, aunque siempre serán los seleccionadores quienes determinarán si sus corredores tienen la ‘pericia’ para ir o no al Campeonato. Y si hay eliminatorias, pondrán a cada uno en su sitio rápidamente.

Beratxa, un equipo que apostó por la Copa de España, y la ganó.
¿Deberían tener hueco estos equipos en el Nacional? Foto: RM

En cuanto a los juniors, el esfuerzo para coger nivel no se alcanza en una competición nacional, sino internacional. Y con ello valdría para poder correr un Campeonato de España (como sucede hasta ahora). Desgraciadamente es algo que sigue en el olvido y no es el tema de este artículo.

No obstante, considero que sí debería existir algún tipo de clasificación o ranking que cubriese un objetivo primordial: posibilitar una participación más amplia a las Federaciones más potentes. Obviamente no gustaría a muchos, pero todos podrían tener las mismas oportunidades, ampliando el número de competiciones y sacando corredores.

¿Y que pasa con los corredores cuyo nivel se ve superado por varios corredores de su Autonomía pero que si fuera de otra podría correr sin problema? ¿O aquellos que no son seleccionados por su Federación por criterios técnicos, pero que cumplían los requisitos para participar, por no hablar de que tienen ese nivel necesario? La solución está clara, pero parece que mencionarlo es una herejía: los equipos comerciales.  Si ya se admiten en élite-sub23, ¿qué tiene de malo hacerlo en juniors, incluso en cadetes? Pues una forma de descargar las responsabilidades -y los gastos- de sus Autonómicas. Y es que no es fácil crear equipos, por mucho que pueden ser la solución al ciclismo en pista. Pero una vez creados, démosles todas las facilidades, incluso la de tener presencia en un Campeonato de España.

Ultimo podio de persecución femenina, elite y sub23, en 2019. Foto: RM

Premiar la presencia de cuartetas

Y hay un último tema para el debate: la persecución por equipos femenina lleva cuatro años sin disputarse en juniors y cinco en élites y ello supone que haya corredoras en la selección española que jamás hayan afrontado este tipo de pruebas a nivel nacional. Y en hombres, la participación es cada vez más reducida, e incluso un año se dejó de correr. No se puede obligar a las selecciones autonómicas a formar una cuarteta si no tienen mimbres, pero sí beneficiar en forma de participación a quienes lo hagan. O permitir que haya cuartetas mixtas, entre equipos y selecciones o incluso -que me perdonen el sacrilegio- compuestas de corredores o corredoras de varias autonomías. Pasa en otros países y nadie se rasga las vestiduras. Y obviamente sus resultados internacionales justifican esta heterodoxia.

Y dejamos para una tercera y última entrega esos aspectos de imagen que tan pomposamente se comentaban en el Plan Estratégico federativo donde es proponía que había que “mejorar los servicios … para crear una mejor experiencia de los deportistas”, y que han quedado en el más absoluto de los olvidos a la espera de que el próximo equipo federativo los asuma de verdad, y que se debatan en un foro representativo, de la gente de la pista -que no es sólo la de las Federaciones-, al que se escuche y se atienda, aunque parezca difícil llegar a una solución que contente a todos. Más vale un mal acuerdo que una imposición. Lo importante es que se vayan arreglando -que no camuflando- tantas goteras, antes de que se llegue al temido apagón.

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