Stefany Cuadrado, otra joven estrella de la velocidad con sólo 18 años

Sin duda, en el campo de la velocidad femenina las estrellas son cada vez más precoces. Con sólo 25 años, Ellesse Andrews, Lea Sophie Friedrich o Mathilde Gros comienzan a parecer unas veteranas ante los 22 de Emma Finucane, los 21 de Alina Lysenko o los 20 que cumplirá este domingo de Liying Yuan. Y aún hay otra estrella más joven en ciernes, la colombiana Stefany Cuadrado, cuyo decimonoveno aniversario será el próximo 2 de mayo, que ya lleva algún tiempo entusiasmando a sus compatriotas, lo que ratificó en el reciente Panamericano, con el oro en el kilómetro, dos platas en velocidad individual y por equipos, y el bronce en keirin.

Foto: Fed. Colombiana

Practicante de tenis de mesa en su adolescencia, la bicicleta para ella era solamente un medio de transporte, y sobre todo una forma de escape después de muchos meses de encierro por la pandemia. Jaime Espinosa, el entrenador del club local, recibió el ‘soplo’ que había una chica con muy buenas maneras. Y aunque Stefany no estaba nada convencida, terminó por probar en el ciclismo. Caucasia -casi al nivel del mar, en el Departamento de Antioquia- no era la mejor cantera para los tradicionales ‘escarabajos’, pero sí para ciclistas rodadores y pistards.

Y nuestra protagonista tuvo la suerte de estar bien orientada, de terminar en el PAD de John Jaime González, donde los buenos resultados contribuyeron a seguir progresando… y a terminar con las reticencias del centro escolar en el que estudiaba, donde no veían con buenos ojos tantos viajes. Y luego, para hacer más llevadera la separación con su familia, una vez que se mudó al ‘cuartel general de la velocidad colombiana’, Medellín, a seis horas de su Caucasia natal.

A nivel internacional, los resultados no tardaron en llegar. En 2023, su primera campaña como junior, se saldó con tres medallas de oro en los Panamericanos, y un oro (keirin) y una plata (velocidad) en los Mundiales de Cali, donde entusiasmó a sus paisanos. Y en 2024 llegaba el remate con pleno de títulos en el panamericano junior, en junio.

El keirin, uno de sus tres oros en Luoyang. Foto: UCI

Ya por aquel entonces el seleccionador colombiano tenía decidido que fue la segunda velocista colombiana en los Juegos Olímpicos, junto a Martha Bayona. Un debut que, sobre todo, le serviría de experiencia de cara al futuro, sin la presión de los resultados. Aun así, ratificaba sus excelentes condiciones batiendo el récord del mundo de la categoría (10.508). Y además, le sirvió como una excelente preparación para el Mundial junior de Luoyang, donde se despidió de la categoría con otro triplete histórico: velocidad, keirin y 500 metros.

Su magnífico 2024 se remató con la primera (y desgraciadamente última, aunque no por ella) presencia en la UCI Track Champions League, una nueva oportunidad para medirse con las grandes estrellas internacionales, aunque su protagonismo fue escaso. Sin embargo, en Santiago de Chile, en el Mundial de octubre, todos confían en que la colombiana dará un pasó más en su progresión, sin prisas pero sin pausa. Y con el importante aditamento de que su presencia puede ser también muy importante para Colombia en una prueba tan decisoria como la velocidad por equipos.

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