Aunque la UEC no se ha pronunciado al respecto, el desvío ayer del avión de la compañía Ryanair que volaba de Atenas a Vilnus hacia el aeropuerto de Minsk, saldado con la detención del periodista y activista opositor Román Protasévih, uno de los pasajeros, puede ser la puntilla que termine con el Campeonato de Europa en la capital bielorrusa a finales del mes de junio, algo que viene solicitando la oposición de forma repetida desde hace varios meses, debido a las continuas protestas por la reelección del presidente Alexander Lukashenko en agosto, y que ha provocado protestas generalizadas en el país, lo que ha conllevado una violenta represión gubernamental y numerosas detenciones de los manifestantes
Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea,
calificaba ayer el comportamiento del gobierno de Bielorrusia de
“escandaloso” e “inaceptable”, pidiendo la liberación inmediata del
periodista, que no se ha producido.
La situación es de tal gravedad que los jefes de Estado y
de Gobierno de la UE se reunirán esta noche con el fin de adoptar nuevas
sanciones contra Bielorrusa, entre las que podrían estar la suspensión de
vuelos en el espacio aéreo dl país, la prohibición de los vuelos de la
compañía bielorrusa Belavia en los aeropuertos europeos o incluso la suspensión
del tránsito hacia la Unión Europea, incluido por la vía terrestre, lo
cual conllevaría –indirectamente- la suspensión del Europeo.
Recientemente, la Federación Danesa se ofreció como alternativa para acoger el Europeo, lo mismo que antes habían hecho Apeldoorn y Lituania, aunque la UEC siempre ha apostado por mantener el evento en Minsk, pese a que los Mundiales de Hockey sobre Hielo y Pentatlón Moderno, que iban a disputarse en Bielorrusia, fueron suspendidos debido a la situación social en el país.
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