Las pruebas de los JJ.OO (IV): Madison femenina, un esperado estreno

Si para la madison masculina supone un regreso, para la femenina se trata de un debut olímpico, totalmente justificado por la paridad que impera en el ciclismo respecto a las disciplinas que se afrontan en los grandes eventos. Una prueba que, además, es bastante joven en los grandes eventos, ya que solamente se ha afrontado en los últimos cuatro Mundiales y una vez más en el Europeo.

Como decíamos en el análisis de la prueba masculina, los países que presentan cuartetas están marcados porque al menos una de sus corredoras deberá haber intervenido en la persecución, aunque hay tres días entre ambas pruebas. Más curioso es el dato que apuntaba el seleccionador italiano Dino Salvoldi recientemente en el que destacaba el hecho de que la madison se dispute antes del ómnium por lo que algunas selecciones podrían apostar por una dupla en la que no entrase la corredora del ‘tetratlón’.

Si nos fijamos en el palmarés de los últimos años, habría que señalar por encima de todas las participantes a Países Bajos, con Kirsten Wild y Amy Pietrs como seguras integrantes, ya que no tienen un relevo a día de hoy. Una dupla muy sólida, perfectamente conjuntada, que suele basar su poderío en los sprints, donde puede llegar a ser aplastante, y con esa motivación especial para la primera de ellas que se retirará tras los Juegos.

En ese primer grupo de favoritas, habría que mencionar por lo menos a otras seis parejas. Por ejemplo, Bélgica, con una pareja ya anunciada, Lotte Kopecki-Jolien D’Hoore, que tienen el honor de ser las primeras campeonas continentales y mundiales… por lo que querrían completarlo con el primer entorchado olímpico. Otra pareja experta, que está notando mucho el ‘crecimiento’ de Kopecki y en la que D’Hoore también piensa en una guinda en su carrera.

También en ese primer pelotón tendríamos a las danesas Amelie Didericksen y Julie Leth, una dupla que sabe muy bien aprovechar su momento, como demostraron ganando los Europeos de 2018 y 2019, y por supuesto a las italianas Letizia Paternoster-Elisa Balsamo, una pareja que su técnico definió como “fantástica”. Los problemas que tuvo la primera de ellas en este 2020 deben estar superados en agosto, pero por si acaso, Italia cuanta con varias alternativas, sin ir más lejos Vittoria Guazzini, vigente campeona de Europa junto a Balsamo.

Mención aparte merece Gran Bretaña porque podría formar cualquier tipo de pareja con opciones con cualquiera de las cuatro persecucionistas titulares. En principio, deberían ser sus dos estrellas, Laura Kenny y Katie Archibald, pero no suelen prodigarse juntas y cuando lo han hecho, tampoco han ‘avasallado’ -subcampeonas continentales en 2019-. La escocesa dijo en su momento que le gustaría correr con su paisana Neah Evans, y Elinor Barker también ha suido ha subido al podio de continentales y mundiales. Si a ello distribución del calendario antes referida, con Kenny como casi segura competidora en el ómnium, no será algo ilógico una sorpresa en la composición de la dupla británica, aunque también hay que recordar que Kenny quiere el triplete.

En una situación muy similar está Australia, que podría formar su dúo con cualquiera de las cuatro corredoras titulares de la persecución, pero que también podría reservar a Nettie Edmondson para el ómnium. Ashlee Ankudinoff–Alexandra Manly son las vigentes campeonas australianas, aunque Georgia Barker atesora un interesante palmarés en el fondo.

Este primer pelotón lo completamos con Francia, por el simple hecho de que Clara Copponi y Marie Le Net son las vigentes subcampeonas del mundo, quizá de una forma inesperada, pero justa. El seleccionador francés, Steven Henry, reconocía que no sabía si formar primero la cuarteta y de ahí sacar a la pareja de la americana o al revés, dar prioridad a las corredoras de la madison. Pero teniendo en cuenta que con la persecución se trabaja pensando en París 2024, todo indica que apostarán por estas dos corredoras.

Tras este primer grupo, encontraríamos a las outsiders, parejas capaces de poder meterse en la lucha de las medallas si se cumplen determinadas condiciones, pero que tienen el podio más lejano si se cubre una carrera ‘típica’, como sucedió con Francia el año pasado o con Rusia, dos veces subcampeóna continental en estos años, que aún no ha anunciado su formación, pero que debería estar formada por Maria Novolodoskaya y Diana Klimova. También es el caso de Polonia, que podría presentar a Daria Piulik y Nikol Plosaj o a la clásica y bien conocida pareja irlandesa con las Lydia, Boylan y Gurley, que llegaron a conseguir la plata en el Europeo hace cuatro años.

Por el contrario, Alemania es una incógnita, que en los últimos años o no ha estado ausente o ha tenido poco protagonismo. En el último Mundial corrieron Franziska Brausse y Lisa Klein, aunque podrían experimentar con otras formciones: es uno de los pocos países presentes en esta prueba que no se ha clasificado para el ómnium. Algo parecido podría decirse de Estados Unidos, que debería presentar la pareja mundialista con Jennifer Valente y Megan Jastrab, la más joven participante en Tokio… si va: Las norteamericanas se juegan mucho en la persecución por equipos y si no ven claro que su pareja puede funcionar, podrían optar por dejar a Jastrab en casa y alinear a otra persecucionista, como pueda ser Kendall Ryan, campeona panamericana con Valente.

A pesar de contar con la campeona del mundo de ómnium, Yumi Kajihara, la pareja que forma con Kie Furuyama no parece que vaya a dar mucho protagonismo a Japón en la madison, aunque esté trabajando sin descanso. Más sorprendente son los casos de Canadá y Nueva Zelanda, que pese a tener potente cuartetas, su periplo en la madison es bastante decepcionante, sobre todo en el caso de las norteamericanas, que aunque ya han anunciado su selección olímpica, no han determinado las dos ciclistas. Y francamente no me atrevo a apostar por nadie. Nueva Zelanda, por el contrario, llegó a ser cuarta en la primera edición, en 2017, pero con dos corredoras que no estarán en Tokio. Allí, las elegidas serán Rushlee Buchanan y Jessie Hodges.

Y termino este repaso con Hong Kong… que ni siquiera estuvo presente en la reciente Copa de las Naciones celebrada en su país. Su papel debe ser anecdótico y para quienes les gusten las curiosidades, decir que Bo Yee Leung y Yao Pang fueron quienes compitieron en el último Mundial.

Fotos

  1. Wild y Pieters en el último Mundial. Foto UCI
  2. Podio del primer Mundial de madison femenino, con triunfo belga. Foto: UCI
  3. Las danesas, celebrando su segundo Europeo consecutivo. Foto: UEC
  4. Relevo de Kenny y Archibald, en una de sus escasas competiciones juntas. Foto. UEC
  5. La pareja japonesa celebrando su reciente triunfo en la Copa de las Naciones. Foto. Nations Cup HK

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