Gustav Johansson, otro nórdico que elige Mallorca, y el primer sueco en unos Mundiales en más de 50 años: "Fue algo increible, una locura"

Ya hemos hablado en otras ocasiones de la gran cantidad de pistards foráneos que vienen a entrenar a Mallorca, estableciendo incluso su base en las Baleares. Es el caso de buena parte de los corredores de la selección irlandesa o de la noruega Anita-Yvonne Stenberg, residente permanente en Sencelles.

Con el uniforme de la Champions League, en la que ahora mismo compite
Sin embargo, recientemente nos hemos enterado de la residencia balear de otro destacado pistard nórdico, Gustav Johansson, un sueco de Flakenberg -una población a media distancia entre Malmö y Gotemburgo, en el estrecho de Kattegat-, que también está interviniendo en la UCI Track Champions League, tras haber tenido un destacado papel en el último Mundial, donde consiguió la séptima plaza en la puntuación.

Con apenas 23 años, Johanson nos cuenta que “comencé mi carrera como ciclista cuando tenía 14, y dos años más tarde me apunté al equipo de ciclismo de Falun, donde está el único velódromo que tenemos en Suecia. Es una pista pequeña, de sólo 190 metros de largo, pero me dio la oportunidad de probar y competir. Los años siguientes alterné carretera y pista, y estuve el equipo danés IBT-BH Carl Ras. Pero a partir de ahora, me quiero centrar al cien por cien en la pista”.

Un caso extraño, como el mismo reconoce. “Soy casi el único sueco que compite a nivel internacional. Pero me gusta mucho, porque lo veo como un deporte diferente a todos los demás, y con un evento diferente como el ómnium, que me encanta”.

Y fue esa decisión de ser pistard lo que le llevó a venir a Mallorca, el pasado mes de abril. Primero en Alaró y luego a Sa Pobla, donde se acaba de mudar. “Empecé a trabajar con Kenneth Berner como entrenador y esa fue la razón principal por la que me he mudado a Mallorca, que es perfecta para mí. Tanto para entrenar en la carretera como en el velódromo. El clima es mucho mejor que en Suecia y es mucho más fácil hacer aquí los entrenamientos”. Sin embargo, también ha pasado algunas semanas en Suecia, concretamente en Glommen, donde “tengo una cafetería, donde vendo sobre todo helados y gofres. Es un negocio que está abierto durante el verano, así que estuve en casa unas semanas para trabajar”.

Johansson, en el último Europeo. Foto: Wikimedia/Tim Rademacher

Ahora, la Liga de Campeones

De momento su contacto con el ciclismo balear es muy reducido. “He conocido a algunos corredores aquí durante los critériums de carretera y en las competiciones en la pista de Sineu”, aunque reconoce que apenas tiene contacto fuera del ciclismo, y que todavía no habla ni castellano ni mallorquín, "aunque me gustaría aprenderlo".

Sobre su carrera, considera que este año ha conseguido objetivos muy importantes. “Para mí haber sido el primer corredor sueco en unos Mundiales en más de 50 años fue algo increíble. Una locura. Y más contento aún por haber terminado séptimo, algo muy importante para un corredor sueco. Y ahora en la Liga de Campeones, que es un gran acontecimiento y con una gran producción televisiva. ¡Es genial formar parte de un evento tan grande!"

De cara el futuro, se muestra ambicioso. “Quiero ser lo mejor posible. Como todo corredor, aspiro al gran objetivo de convertirme en campeón del mundo. Es algo muy importante en el mundo del ciclismo y sería estupendo poder vestir algún día los colores del arco iris. Y también me gustaría clasificarme para los Juegos Olímpicos. Y es una meta que veo posible con buenos resultados en el futuro”.

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