El polaco Wojciech Pszczolarski, el primer ciclista infectado por Covid

Si ayer hacíamos un repaso de cómo fueron los primeros días del Covid-19 justo en el quinto aniversario de la declaración de la pandemia por parte de la OMS, hoy traemos lo que fue la primera experiencia de un ciclista infectado por este coronavirus, el polaco Wojciech Pszczolarski, que lo cuenta en Onet Przeglad Sportowy, y que os resumimos en TrackPiste.

Pszczolarski, uno de los más destacados fondistas polacos y que por aquella época contaba con 29 años, era uno de los grandes candidatos a estar en los Juegos Olímpicos. Por este motivo en los últimos días de enero de 2020 estaba presente con su selección en la Copa del Mundo de Milton (Canadá).

En la ambulancia, camino del hospital. Cedida Wojciech Pszczolarski

Pero “al segundo día de llegar, después del entrenamiento, empecé a tener fiebre y una tos terrible y sofocante. La temperatura era muy alta y nada podía bajarla permanentemente. No sé si tenía gusto y olfato. En aquel entonces no conocíamos los síntomas del Covid-19. Nadie le prestó mucha atención, el virus aún no había sido ampliamente reportado en los medios. Pero la tos y la fiebre me estaban agotando. Estuve así durante cuatro días”.

Decir Wuhan y saltar todas las alarmas

Al sentirse mejor, comenzó a pensar en participar en alguna prueba, pero antes de ello consultó al médico oficial. Con él cumplimentó un cuestionario, y cuando dijo que había estado en China, y en concreto en Wuhan, saltaron todas las alarmas. “Regresó cinco minutos después con una segunda persona. Vestidos con grandes trajes espaciales. Luego llegó una ambulancia, que fue escoltada hasta el hospital. Policía delante, policía detrás. Un hospital en algún lugar fuera de Toronto. La sala de urgencias está cerrada, sólo estaba yo allí. Una vez que me ingresaron, estuve totalmente solo en la sala. Conocí a ocho enfermeras en seis horas, porque cada una de ellas vino sólo una vez, con ropa especial, por supuesto. Me hicieron una prueba y resultó que era una gripe grave. Éstas fueron algunas de las primeras pruebas de COVID, por lo que en mi opinión eran imperfectas”.

 Pszczolarski, en Wuhan. Cedida WP

Y es que Pszczolarski está seguro de que lo suyo fue Covid. “Después de la enfermedad me volví asmático. Sentí que mis pulmones funcionaban de manera diferente. Los resultados de mis pruebas de rendimiento bajaron significativamente, mi tos persistió durante mucho tiempo, por lo que finalmente fui a un neumólogo y me diagnosticaron asma bronquial post-Covid”. Algo que también le sucedió al belga Jasper De Buyst, que reconocía recientemente haber perdido bastante de su capacidad pulmonar.

"Los chinos sabían que algo estaba pasando"

También es muy interesante todo lo que cuenta de su estancia en Wuhan, donde había estado compitiendo a finales de 2019 en los Juegos Deportivos Militares Mundiales. “Con el paso del tiempo, puedo decir esto: los chinos sabían que algo estaba pasando, que algo iba mal. Vivíamos en Wuhan, una ciudad de casi diez millones de habitantes, y en los alrededores de nuestra Villa Olímpica no había ni una sola alma. Todo en un radio de cinco kilómetros estaba cortado. Como si la gente hubiera sido desalojada. Pasabas por los rascacielos y sentías que algo andaba mal porque ninguna de las luces estaba encendida”.

En Wuhan nadie enfermó, pero casi con total seguridad fue el paciente cero polaco. Y sin poder recuperarse plenamente, el sueño de Tokio terminó para él, ya que quedó como reserva de Szymon Sajnok y de Daniel Staniszewski.

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