La pista vive su peor momento histórico en España, pero el panorama de la velocidad es más desolador: ¿por qué no se afronta el problema?

Cuando escribía la previa de la concentración que estos días se desarrolla en Galapagar, me hacía eco de esa prioridad federativa que son las cuartetas, a las que se le ha incorporado la madison. En el primer caso, desgraciadamente, se sigue pensando en estas actividades como ‘mundialitos’ en los que sólo valen los tiempos, con una filosofía simple de ‘mover desarrollo’, y no tener la capacidad de realizar una preparación técnica tan necesaria, con el cortoplacismo de ganarse una plaza para no se sabe qué; en el segundo, vamos a dar un margen de confianza después de que la Federación haya entendido -eso queremos creer- el grave error que cometió la temporada pasada al no tomar las medidas necesarias para clasificar esta disciplina para el Mundial.

Moreno, Martínez y Jiménez, en el último Mundial.
Foto: Fed. Española

Pero no vamos a hablar del fondo, sino de la velocidad, aprovechando un comentario que nos mandaban: “esperemos se centren en los velocistas ya que son los que más medallas nos han dado en los últimos mundiales”, lo cual debe ser precisado convenientemente. Y es que, si la pista pasa por su peor momento histórico, lo de la velocidad es desolador, una agonía que no augura nada bueno y más con lo que (no) se está haciendo por contrarrestarla.

Con Juan Peralta centrado otras prioridades personales en estos momentos, las opciones son muy limitadas: se quiso probar a Alfonso Cabello este verano, sin los resultados deseados, aunque puedan sacarse lecturas positivas, y ahora se ha llamado a Esteban Sánchez, cuando quizá sea demasiado tarde. Dicho de otra forma, ahora mismo sólo hay tres velocistas en este país, Pepe Moreno, Alejandro Martínez y Ekain Jiménez.

Un pequeño paso, que podría ser muy importante

No es bronce todo lo que reluce.
Foto: Fed. Española

Como equipo, para la velocidad, desgraciadamente no podemos pensar que un hipotético incremento del trabajo se vaya a traducir en resultados espectaculares. Pero sí hay que tener en cuenta que con un ‘empujoncito’ quizá podrían entrar entre los doce mejores, lo que les supondría una beca. Y es que los tres se merecen algo más que el ¿trabajo? actual que se realiza con ellos, un sálvese quien pueda, a base de confiar en su propia preparación.

¿Cuántas veces se ha planteado de manera más formal o informal la necesidad de tener una residencia en Valencia de forma que pudieran entrenar los tres juntos más tiempo? Quizá ese mínimo detalle pudiera garantizar un pequeño paso adelante que sería tremendamente importante para ellos y para el ‘sistema’.

Analizándolo de manera individual, solamente señalar que Martínez tuvo que buscarse la vida el año pasado para competir por Europa y coger los puntos necesarios que le permitieron clasificarse para el Mundial en las disciplinas olímpicas. La medalla de bronce del kilómetro, por mucho que sea una gran recompensa, no tapa la realidad de que tiene por delante un año muy difícil para intentar clasificarse para París, en velocidad y keirin. Y que la preparación, volverá a correr por su cuenta. En cuanto a Jiménez, con las enormes perspectivas que tenía, ¿por qué no se plantea un trabajo para que pueda volver a rendir acorde a sus condiciones? El CMC de la UCI no está muy lejos… No me olvido de Helena Casas, cuyo aislamiento es aún más acusado, teniendo que ‘buscarse la vida’ en todos los aspectos.

Desgraciadamente, no hay más cera de la que arde. En los últimos años no han surgido muchos velocistas, y los pocos que pueden tener cualidades, o se pasan a la carretera al ver las nulas posibilidades que tienen en la velocidad en España, o se quedan en un limbo sin saber realmente si podrían tener opciones, a falta de un plan de trabajo específico con ellos.

Los problemas existen en todos los lados, solo que se afrontan

Italia no queda muy lejos para echar un vistazo... Foto: FCI
Por ello, me rindo a la labor de Ivan Quaranta en Italia, que está sacando velocistas incluso de debajo de las piedras, en un país cuya situación era equiparable -incluso peor- a la que tiene España en estos momentos. A falta de un sistema nacional de captación de deportistas, no sólo ciclistas, a edades tempranas, similar al RBC Training Ground de Canadá, ya que aquí estamos más interesados en las medallas tangibles a corto plazo que las posibles, a medio o largo plazo, podrían desarrollarse algunas líneas de actuación que también se desarrollan en otros países cuya mejor situación no es porque no tengan los mismos problemas que aquí, sino porque los afrontan y trabajan por resolverlos, mirando en otros deportes, en otros ciclismos… incluso en la carretera, algo impensable en nuestro país.

Y obviamente pasa por tener un técnico que se dedique a trabajar a tiempo completo por la velocidad, no a cubrir el expediente de llevar a una persona -por muy cualificada que esté, como es el caso de Villanueva- a algunas concentraciones y a algunos eventos para acompañar a nuestros corredores. Está clara que esa sería una de sus funciones, pero tendría que realizar otras muchas más si realmente se quiere salvar la velocidad, que es salvar la pista.

... pero más cerca queda el notable ejemplo de la captación
en el paraciclismo nacional. Foto: Fed. Española

El mejor ejemplo, el paraciclismo

Sin embargo, la más sencilla de las actuaciones no está muy lejana. Siempre he mantenido que el mejor ejemplo para la pista española no son otros países, sino el propio paraciclismo nacional, que dispone de unos medios y unas iniciativas infinitamente superiores, proporcionalmente hablando, y la jornada de captación de talentos del pasado fin de semana en Tarancón, muestra claramente ese camino. Como decía el propio seleccionador, “las jornadas de captación son un evento fundamental. Es una de las claves del desarrollo del ciclismo adaptado en nuestro país y el objetivo principal es descubrir nuevos corredores y corredoras que tengan potencial y recorrido en esta disciplina”.

El paralelismo es evidente y que cada uno busque las causas y las consecuencias de por qué no se extiende esta iniciativa a la velocidad.

1 comentario:

  1. No hay nadie capacitado para dirigir a los velocistas ahí dentro.

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