Hay puntos UCI -y pistards- más allá de la propia selección nacional

Vista del velódromo de Singen, sede de la Bahnen-Tournee
Facebook RIG-Hegau Singen

Después de muchas reticencias y desde luego sin reaccionar con demasiada celeridad, la Federación Española ya ha comprendido que en el ciclismo en pista de hoy en día es necesario coger puntos en las pruebas CL1 y CL2 para aspirar a estar en las competiciones más importantes del concierto internacional. Eso sí, no basta con acudir a un par de pruebas -caso de las dos citas alemanas de la Bahnen-Tournee el pasado fin de semana- sino que el reglamento posibilita sumar los tres mejores resultados CL1 y los tres mejores en CL2 a la hora de sumar puntos para el ranking. Y que, visto nuestro nivel actual, habría que aprovecharlas.

Un ranking que, en definitiva, es el que clasifica para el Mundial, aunque según las pruebas, de diferentes maneras, como ya hemos explicado en alguna ocasión y seguro que tendremos que volver a explicar alguna vez más: mientras que en la madison sólo se contempla la clasificación por naciones, en ómnium, scratch, eliminación y puntuación, se clasifica por un sistema mixto, con dos tercios de la participación de 24 corredores, es decir, 16, se determinan por el ranking por naciones y el tercio restante, 8, por el ranking individual de cada una de estas disciplinas. Dicho de otra forma, hay que llevar al día una hoja de cálculo que recoja las opciones según uno u otro sistema.

Velocidad, keirin, 500 metros/kilómetro y persecución individual son disciplinas individuales, es decir, que solamente toman en cuenta los respectivos rankings individuales, mientras que las dos pruebas por equipos tienen participación libre siempre que se haya intervenido en al menos una manga de la Copa de las Naciones.

No habrá ninguna prueba internacional
española nueva este año.

Cómo, dónde y con quién obtener los puntos

Cada país es muy libre de elegir cómo y dónde obtener esos puntos, sobre todo intentando que sean lo menos costosos -económica y deportivamente hablando-. Por ejemplo, ganar una CL2 se traduce en los mismos puntos que ser noveno en una CL1 o, aproximadamente, vigesimotercero en un Mundial o una Copa de las Naciones; ganar una CL1, es como un decimoséptimo lugar en cualquiera de las dos competiciones. Y dentro de una misma categoría, el nivel de participación cambia considerablemente. Por supuesto también hay que decidir con quién: hay algunos países como Gran Bretaña que tienen un amplísimo contingente de corredores en liza estos meses -y además cogen experiencia-, mientras que la apuesta de otros es muy reducida y tienen que estar rodando muchas semanas por media Europa en esa caza de puntos.

Hay una tercera opción que es organizar las propias competiciones CL1 o CL2 en casa, donde se pueden buscar las condiciones más favorables para conseguir esos puntos. La Federación Española prometió unas ayudas a los organizadores, pero la renuncia de la Barcelona-Fiorenzuola o que la prueba de Anoeta se quedase en agua de borrajas supone que España no vaya a sumar este año ningún punto UCI por este concepto, ya que los del Memorial Miquel Poblet que valgan serán los de 2021. Y obviamente no se trata de ayudar, sino de coger las riendas organizativas. Pero ese es otro tema.

Volviendo a la Bahnen-Tournee, el saldo obtenido en el fin de semana alemán es bastante bueno para darle un empujoncito a la clasificación en la madison masculina, sobre todo, donde había una cierta necesidad de puntos UCI, aunque sin perder la perspectiva de que, comparados con una Copa de las Naciones, son bastante escasos y que esto no es sino un punto y seguido, no un punto y final. Además, el sabor que nos dejó Singen es ciertamente agridulce por la lesión de Mora.

Puntos para todos los corredores posibles

Y es que los puntos también son necesarios para poder estar simplemente en las principales pruebas internacionales, en base a esa norma reglamentaria que determina un  mínimo de 250 puntos para poder participar en esa prueba en una manga de la Copa de las Naciones o en el mismo Mundial. Puede darse el caso de que un país tenga clasificada una prueba… pero no disponga de corredores para disputarla. Por ejemplo, y volviendo con la situación de Mora antes mencionada: si el castellonense no se recupera para Cali y si Torres está corriendo el Tour, tomar parte en la madison en la última manga no sería posible… salvo que se repescase a Illart Zuazubiskar -que no está inscrito- para acompañar a Erik Martorell.

Izzy Escalera, el máximo beneficio en Alemania;
la nula información federativa

Por lo tanto, hay que coger puntos UCI, pero no sólo con los ‘primeros espadas’, sino con todos los corredores posibles que luego puedan acudir a una Copa de las Naciones o a un Mundial. Por eso no está mal que haya ayudas a la participación internacional, siempre que no se entienda como una dejadez federativa de sus funciones: lo ideal es que hubiera un plan, coordinando la participación de los ciclistas tanto con sus selecciones como de forma individual o con sus equipos. Porque van a ser igual de ‘valiosos puntos’, según el mantra federativo, en cualquiera de los casos.

Y de nuevo, centrándonos en la carrera alemana, el máximo beneficio no lo obtuvo un corredor de la selección, sino la madrileña Izzy Escalera, que acudió por sus propios medios, pero con los 44 puntos sumados en Singen y los 58 en Dudenhofen ha subido 32 plazas en el ranking y ha alcanzado los 302, es decir, ya es plenamente elegible para disputar el ómnium en el Mundial. 

Sin embargo, no hubo ni la más mínima mención a la actuación de la corredora del JVC Neira en tierras alemanas, lo mismo que tampoco la hubo a la presencia de Ekain Jiménez en Milton corriendo con el Eustrak-Euskadi, por hablar sólo de dos citas en las que también estaba la selección y no costaba nada añadir una línea más sobre estos corredores. Claro, teniendo en cuenta de que Mora dejó de existir tras su fractura de clavícula, nada puede extrañarnos, comunicativamente hablando.

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