París 2024, visto desde las antípodas (1). Australia, a toda velocidad

Después de los Mundiales de Saint-Quentin-en-Yvelines, realizamos una serie sobre las perspectivas de las mejores naciones en dicho evento de cara a los Juegos Olímpicos, en concreto de Países Bajos, Italia, Alemania, Francia y Gran Bretaña, análisis que completamos con Australia y Nueva Zelanda pocos días antes del inicio del proceso de clasificación internacional en la Copa de las Naciones.

Inesperados pero justos campeones del mundo. Foto: UCI Track

Con solo una medalla de bronce en Tokio, lo que le supuso la decimoquinta plaza en el medallero de dicha edición, cuando históricamente hablamos de una nación que está entre las cinco mejores de todos los tiempos, Australia vivió una profunda decepción con esa última edición de los Juegos y está trabajando a tope para tomarse la revancha en París 2024.

Por ello, el resultado del último Mundial, en el mismo escenario del Velodrome National, supuso una inyección de moral, cuando el trío de velocidad ganó a la hasta ese momento imbatible selección neerlandesa. Y por si fuera poco, Matt Richardson plantaba cara al ‘divino’ Harrie Lavreysen, al que incluso llegaría a derrotar semanas después en la Champions League. Ese equipo, que completan Leigh Hoffman, Matthew Glaetzer y Thomas Cornish, es la gran esperanza ‘aussie’ para recuperar su primacía y esta próxima semana veremos cual es su ‘statu quo’ frente al poderío de los ‘oranje’.

Por el contrario, la primacía que tuvo Australia con Anna Meares, Stephie Morton y Kaarle McCulloch no tiene de momento sucesión a corto plazo y la apuesta para París 2024 será exclusivamente individual, de la mando de la ex fondista Kristina Clonan. De hecho, ni siquiera presentan equipo de velocidad esta semana en Yakarta.

La cuarteta australiana en Tokio. UCI Track

La única medalla australiana en Tokio llegó de la mano de la cuarteta, aunque ciertamente de rebote, tras haber dominado esta disciplina no muchos años antes, hasta que llegó el relevo a cargo de Dinamarca y, sobre todo, Italia. De aquel equipo ya se retiraron Leigh Howard y Alex Porter, y está por ver cuál es el nivel de compromiso de Sam Welsford y Kell O’Brien, que están emprendiendo unas exitosas carreras en carretera, aunque ambos compitieron en el último Mundial.

El líder, sin ninguna duda, es Luke Plapp, un hombre que ya ha manifestado que quiere ser campeón olímpico con la cuarteta australiana. Y que no parará hasta que lo consiga, aunque sea en Brisbane 2032. Y a la espera de saber si alguno de sus compañeros en Japón se reengancha, habrá que seguir la evolución de los Graeme Frislie, Conor Leahy, Joshua Duffy, James Moriarty, Blake Agnoletto y compañía. Y no solamente se trata de la cuarteta, sino de ver quienes pueden sobresalir para el ómnium y la madison.

En féminas también ha habido retiradas -en concreto Nettie Edmondson y Ashlee Ankudinoff-, pero con las expertas Georgia Baker y Alex Manly y la joven Maeve Plouffe se garantizan una cierta continuidad tanto para la persecución por equipos, donde ganaron los siempre interesantes Juegos de la Commonwealth, como para el ómnium y la americana. Eso sí, faltan un par de corredoras para completar, que casi con seguridad deben salir entre Sophie Edwards, Chloe Moran y Amber Pate.

Y por supuesto, ver si la nueva estructura técnica australiana, repartiendo las responsabilidades en fondo y persecuciones, da el resultado esperado.

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