Las pruebas de los JJ.OO (I): La imprescindible persecución masculina

Si tuviera que elegir solamente una prueba para seguir en los Juegos Olímpicos de Tokio, esa no sería otra que la persecución por equipos masculina. Aparte de sus características generales, en esta ocasión confluyen numerosos factores que garantizan ese máximo interés: la exhibición de Dinamarca en los Mundiales de Berlín, el poderío emergente de Italia, la solidez de Nueva Zelanda, la sorpresa de ver relegada a Australia del último podio, la tradicional recuperación olímpica de una Gran Bretaña muy desdibujada… Todo ello conlleva a un torneo en el que es muy posible que los ocho equipos puedan bajar de los 3:50 y en la que el record del mundo deberá caer, incluso algunos segundos como aventuraba Luke Plapp recientemente.

Ocho cuartetas estarán presentes en Tokio este mes de agosto, las mismas –salvo Canadá- que ya estuvieron en Río, lo que demuestra que en la pista no existen los milagros, sino el trabajo constante de muchos años. Y sobre ellas realizamos nuestro primer análisis de las distintas disciplinas de los Juegos. La cita, del lunes 2 al miércoles  4.

Dinamarca. Bronce en Rio’16, Dinamarca parecía que podía perder potencial tras la retirada prematura de Casper Von Folsach y la grave lesión de Niklas Larsen. Pero precisamente sin ellos ha logrado los mejores resultados de su historia: tras rozar el record del mundo en el Europeo de 2019 y en las primeras Copas del Mundo de 2020, en Berlín hicieron una exhibición que quedará en el recuerdo de todos… sobre todo de sus rivales, al batir por tres veces, una vez por ronda, el record del mundo: 3:46.579, 3:46.203 y 3:44.672. Y lo hicieron con sólo cuatro hombres, sin dar descanso a ninguno: Lasse Norman Hansen, Julius Johanssen, Frederik Madsen y Rasmus Pedersen, aunque detrás de ellos se escondía un gran trabajo técnico en el que se destacaba las habilidades aerodinámicas de Dan Bigham.

Durante la pandemia no han dado muchas señales de vida, salvo algunos problemas surgidos por no haber podido usar su ‘base’ en Ballerup. Ni que decir tiene que los cuatro magníficos son fijos para Rio, que la incógnita radica en saber si se vuelve a entrar Larsen, sobre todo si es el elegido para el ómnium, y si por ello deben ‘flexibilizar’ la norma del máximo de cinco corredores y recurren a uno de la lista de carretera, habida cuenta de que Michael Morkov es fijo para la madison y no cuenta para esta prueba.

Nueva Zelanda. Aunque no hicieron el segundo mejor tiempo en Berlín, se plantaron en la final con una excelente marca (3:47.501) que avala sus opciones de luchar por las medallas en Tokio, y más cuando este invierno, en un test pocos días antes del Nacional, establecían un registro oficioso de 3:46.6, el tercero más rápido de la historia. Una marca que no tendrían por qué haber anunciado, sobre todo cuando la mayor parte de los conjuntos están ocultando su trabajo, pero que debe entenderse también como una forma de decir “tenéis que contar con nosotros”.

Los ‘kiwi’ ya han anunciado su equipo para Tokio, con cinco hombres perfectamente intercambiables, que garantizan ese descanso que es el que buscan todas las selecciones con ese quinto corredor: Aaron Gate, Regan Gough, Jordan Kerby, Campbell Stewart y Corbin Strong. Una formación en la que destaca, por anecdótica, la presencia de Kerby, el campeón del mundo de persecución individual en 2017, con Australia, y que no encontró hueco con la cuarteta de su país natal, por lo que tuvo que buscarse la plaza amparado en su doble nacionalidad por su madre neozelandesa.

Italia. Quitando el ‘fiasco’ de Apeldoorn 2019, Italia ha sido tercera en todos los Mundiales de este ciclo olímpico. Sin embargo, a diferencia de los anteriores, fue en Berlín donde demostraron que pueden aspirar a mucho más, ya que plantaron cara a Dinamarca en la semifinal y establecieron una marca estratosférica (3:46.513) que habla bien a las caras de sus opciones en Tokio, aunque por el sistema de competición se vieron relegadas a la final de consolación. Un objetivo que se marca dentro de las prioridades ‘azzurre’, ya que no pisan un podio olímpico desde 1968 ni ganan un título desde hace sesenta años.

No es necesario decir que el artífice del ‘milagro’ italiano es Filippo Ganna, el hombre llamado a bajar de los 4 minutos en la individual y que es capaz de imbuir ese ritmo a su cuarteta. Ese día mágico estuvo acompañado de Simone Consonni, Francesco Lamon y Jonathan Milan y estos son los hombres con más opciones de estar en Tokio, con Elia Viviani como quinto corredor, ya que una selección con tantas opciones en carretera como la transalpina no parece que vaya a ‘sacrificar’ a uno de sus cinco ruteros para dedicarlo a la pista. Eso sí, su fondo de armario es impresionante y por ello no se deben descartar a corredores como Michele Scartezzini, Davide Plebani o Liam Bertazzo.

Australia. La cuarteta más regular durante la última década, en la que no había bajado del podio, llegó al último Mundial avalada por haber roto por dos veces el record del mundo: en los Juegos de la Commonwealth de 2018 (3:49.804), siendo la primera vez que se bajaba de 3:50 en esta prueba, año en el que renunció al ‘arco iris’ por centrarse en este evento, y en el Mundial de Pruszkow 2019 (3:48.012), donde se llevó el oro y se ratificó como ‘number one’ de la persecución en el presente ciclo olímpico. Los ‘aussie’ mantuvieron un cerrado duelo durante la última temporada con Dinamarca, pero en el momento de la verdad, mientras que los nórdicos explotaban, los de las antípodas se quedaban estancados y sus 3:48.625 sólo les valdrían para estar en la final B, en la que nada tuvieron que hacer frente a Italia.

Este hecho no debe minusvalorar sus opciones, bien al contrario, ya que su equipo habitual con Leigh Howard, Kellend O’Brien, Alexander Porter y Sam Welsford ha visto incrementado su potencial con Luke Plapp –todos ellos confirmados para los JJ.OO-, donde se presume como otra de las naciones que puede revolucionar esta disciplina.

Gran Bretaña. Campeones olímpicos en las tres últimas ediciones, la selección británica ha confirmado –y no sólo en esta disciplina- que es una de las que da un mayor ‘salto de calidad’ cuando llega la gran cita: a Río llegaron sin ganar un solo Mundial anterior y remataron con record olímpico. Por ello, nunca hay que descartarlos, pero en el presente cuatrienio (+1) sus prestaciones han sido bastante más oscuras. Es cierto que lograron el oro en Apeldoorn 2018, pero Australia no estaba allí. Y en el último Mundial, ni siquiera pudieron meterse en la lucha por las medallas. Y mientras que buena parte de las que serán sus rivales en Tokio han bajado ya de 3:50, los británicos siguen anclados en los 3:50:265 que establecieron en la cita olímpica anterior.

Desde British Cycling no se quiere dar ningún signo de preocupación, pero lo cierto es que se dejó entrever que quizá habría que apostar por las pruebas de fondo en vez de por la cuarteta, donde hombres como Matthew Walls, Ethan Hayter y Oliver Wood pueden luchar por las medallas en ómnium y madison, aunque no sean garantías absolutas. ¿Y en qué lugar queda la cuarteta? El primero no es un habitual, pero sí los otros dos, en un equipo en el que también han entrado Ed Clancy, Charlie Tanfield, Kiam Emadi e incluso Ethan Vernon. Y fieles a su secretismo preolímpico, no dejan pistas.

Suiza. Amparados por una precisión de reloj –suizo, claro-, la cuarteta helvética se ha clasificado sexta en todos los Mundiales del presente ciclo olímpico, tras haber sido séptimos en los Juegos de Río. Pero tuvieron un gran momento, en la última Copa del Mundo de Cambridge, cuando no sólo lograron el triunfo, sino que ingresaron en el selecto club del ‘por debajo de 3:50', al marcar 3:49.982.

Robin Froidevaux, Claudio Imhof, Lukas Ruegg y Stefan Bissegger fueron los artífices de dicha marca, con este último como indudable motor de la cuarteta. Su prometedor futuro en carretera y el retraso olímpico hizo correr toda suerte de especulaciones sobre si renunciaría a Tokio, cábalas que aún no están del todo resueltas, aunque parece ser que ‘Muni’ sí estará en los Juegos Olímpicos… de pista. El problema de Daniel Gisiger es saber quienes le acompañarán. Porque los helvéticos cuentan con una amplia base y en el test realizado en febrero para calibrar distintas cuartetas sólo Imhof estuvo en la más rápida, en compañía de Alex Vogel, Mauro Schmid y Valère Thiébaud. Y tampoco hay que olvidarse a Théry Schir y Cyrille Thièry, que además tienen la experiencia de Rio. Y de entre ellos tendrán que salir también los que compitan en las dos pruebas de fondo. Por lo tanto, un auténtico rompecabezas para el seleccionador Daniel Gisiger.

Alemania. La gran potencia de la persecución en los últimos años del siglo XX va recuperando poco a poco su presencia, aunque sigue sin rematar con un podio en una gran competición. En Rio estuvieron cerca, quinto puesto, y tienen suficientes mimbres -y jóvenes- como para pensar en ello en próximos años, aunque quizá Tokio sea demasiado pronto como para pensar en verlos en el podio.

No es aventurado pensar en que los hombres que compitieron en el último Mundial, y que establecieron en la clasificatoria el record nacional con 3:50.304, sean los que repitan en Tokio, es decir Felix Gross, Domenic Weinstein, Nils Schomber y Theo Reinhardt, este último como acompañante de Roger Kluge en la madison, donde fueron campeones del mundo en 2018 y 2019. Leon Rhode, quinto hombre en Berlín aunque corriese las dos últimas rondas, también cuenta con opciones, mientras que el prometedor Tobias Buck Gramcko, parece aún demasiado joven y sobre todo falto de integración.

Canadá. Ausente de los Juegos Olímpicos desde Montreal 1976, nadie debe suponer que es la convidada de piedra en esta disciplina: por mucho que en el último Mundial no entrasen entre las ocho mejores: un años antes en Pruszkow estuvieron en la final de consolación y en ese 2019 también bajaron de los 3:50 (3:49.973), aunque en este caso amparados por la altitud de Cochabamba en los Panamericanos.

Se trata de otra de las selecciones que ya ha anunciado sus olímpicos, Derek Gee, Jay Lamoureux, Michael Foley y Vincent de Haître, con Adam Jamieson como reserva, y a pesar de los problemas que han tenido para entrenar durante la pandemia, tienen un equipo al que no hay que perder de vista.

Fotos 1, 3 y 4, por UCI Track; 2, Copa del Mundo de Hong Kong, 5, British Cycling; 6, Copa del Mundo de Cambridge y 7, Canada Cycling.

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