Cien días para el comienzo de las competiciones de pista en París 2024

Fue hace unos días cuando los medios recordaron esa fecha redonda de los cien días que faltan para la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, en TrackPiste queremos señalar esa misma distancia simbólica, pero para el comienzo de las pruebas de pista que durante una semana mantendrán el máximo protagonismo del ciclismo en París, en concreto entre el lunes 5 y el domingo 11 de agosto, en el Velódromo Nacional en Saint-Quentin-en-Yvelines.

Pero no vamos a analizar hoy esa intensa semana, que habrá mucho tiempo para ello, ni siquiera el escenario de los que serán los terceros Juegos Olímpicos parisinos, sino lo que ha sido el pasado de esta disciplina, la más olímpica de todas las que componen el programa de los Juegos, con esas doce disciplinas en total paridad tanto en las pruebas -velocidad individual y por equipos, keirin, persecución por equipos, ómnium y madison-, y en número de participantes. Y es que, en las treinta y nueve ediciones anteriores celebradas destacando la presencia de nuestro deporte en todas ellas, salvo en Estocolmo 1912, cuando no se disputó ninguna competición en velódromo.

Atenas 1896 acogió dos pruebas históricas del ciclismo en pista, la velocidad y el kilómetro -si bien realmente esta competición se disputó sobre una distancia bastante inferior-, junto con tres pruebas de fondo sobre 10 kilómetros, 100 y 12 horas.

Paul Masson, primer campeón olímpico
Wikipedia Commons/Public Domain

El programa no debió gustar mucho ya que en París 1900 solamente se dejó la velocidad, junto con una nueva prueba de 25 kilómetros, aunque el cambio más drástico fue en la siguiente edición en San Luis 1904, donde todas las pruebas fueron a la distancia, y en millas: ¼, 1/3, ½, 1, 2, 5 y 25.

Siete pruebas también se afrontaron en Londres 1908, aunque todas ellas distintas a las de los Juegos anteriores. Aparte de la recuperación de la velocidad, se incluían por primera vez la persecución por equipos y el espectacular tándem, que estuvo presente en trece Juegos. El resto, pruebas a la distancia de 5, 20 y 100 kilómetros, aparte de otra de 660 yardas, la cuerda del velódromo londinense.

Tras ese parón de Estocolmo ya referido, las ediciones de Amberes 1920 y París 1924 coincidieron en programa: velocidad, persecución por equipos, tándem y 50 kilómetros, para sustituir esta prueba de fondo por el kilómetro, ya sobre la distancia de 1.000 metros en Amsterdam 1928. Un programa que se mantendría sin modificaciones en Los Ángeles 1932, Berlín 1936, Londres 1948, Helsinki 1952, Melbourne 1956 y Roma 1960, y siempre en exclusiva para hombres. Las ciclistas tardarían casi 30 años más en aparecer en los velódromos olímpicos.

En Tokio 1964 se incluyó en el programa una quinta prueba, la persecución individual, lo que se mantenía en México 1968, mientras que el tándem desaparecía del programa desde Munich 1972.

Tras los agitados Juegos de Montreal 1976 y Moscú 1980, los también 'reducidos' Los Ángeles 1984 suponían la recuperación de la quinta prueba masculina, al incluirse la puntuación, aunque la gran noticia del programa olímpico se producía cuatro años más tarde, cuando en Seúl 1988 veíamos por primera vez la presencia femenina, aunque todavía en una sola prueba, la velocidad individual.

Erika Salumae, la primera campeona olímpica de ciclismo en pista.
Wikipedia Commons/Jaan Künnap

Las siguientes dos ediciones supusieron el progresivo aumento del programa femenino, si bien lejos de las cinco pruebas masculinas: la segunda disciplina, la persecución individual, se incluía en Barcelona’92, y la tercera, la puntuación, en Atlanta’96.

Los Juegos del segundo milenio, en Sydney 2000, supusieron un importante incremento del programa olímpico de nuestro deporte: keirin, velocidad por equipos y madison, en el caso de los hombres, y 500 metros en el de las mujeres.  En total doce pruebas –aún lejos de la paridad- que se mantuvieron en Atenas 2004.

Sin embargo, la inclusión del BMX afectaría de manera negativa al ciclismo en pista con la supresión de varias pruebas: En Pekín 2008, el kilómetro/500 metros, y en Londres 2012, la desaparición de la persecución individual, la puntuación y la madison. Por el contrario, se procedía a igualar el número de competiciones masculinas y femeninas: velocidad individual y por equipos –aunque la femenina con dos corredoras-, keirin, persecución por equipos y el ómnium, un producto de nueva creación para paliar la desaparición de las pruebas de fondo.

En Rio 2016 se disputaron estas mismas diez pruebas, aunque la persecución por equipos femenina aumentó a cuatro el número de integrantes, y el ómnium modificó su formato. Así se llega a los últimos Juegos, que mantuvieron esa denominación de Tokio 2020 pese al retraso un año por esa pesadilla que fue la pandemia de Covid-19, donde se recuperó la madison masculina, se incluyó por primera vez la femenina y se cambió el ómnium con un programa más pensado para fondistas, con cuatro pruebas en una sola jornada.

Y así llegamos a París 2024 con idéntico programa, sin que esta vez se altere el formato del ómnium y con la única novedad del aumento de los equipos femeninos a tres corredoras con lo que se consigue la definitiva paridad entre sexos.

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